viernes 19 de abril, 2024
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Docente analiza desafíos del retorno a clases en medio de la emergencia sanitaria y los protocolos

En el escenario reciente del retorno a clases en medio de la emergencia sanitaria en el mundo, es importante ver la realidad de nuestro país y nuestras diferentes estructuras dentro de la educación, instituciones y demás. Una referente en temáticas de la educación es la docente y militante sindical de AFESS-FENAPES, Marcela Da Col, quien dialogó con CAMBIO sobre su visión de la nueva normalidad educativa en secundaria.
-¿Qué temas toca la Ley de Urgente Consideración en cuanto a eduación?
-Primero que nada quiero aclarar que no soy la vocera de mi sindicato, estoy afiliada y formo parte de la directiva, lo aclaro porque hay que ser orgánicos, como integrante te puedo decir que sí, que pasan cosas. De la Ley de Urgente Consideración hay 78 artículos que refieren a educación o sea que en realidad se va a tocar casi que el 70 a 80 por ciento de la Ley de Educación vigente, una ley que se creó por un consenso social, que nosotros podemos estar de acuerdo o no. El sindicato durante todo este tiempo ha estado en desacuerdo con la Ley de Educación la 18.438 del año 2008, ley para la que en realidad no hicimos acuerdo en algunos aspectos y hubiéramos querido que fuera más amplia. Por ejemplo que autorizara la autonomía y el cogobierno a la educación y seguimos siendo un ala del Poder Ejecutivo.
-¿Qué desafíos trajo el retorno a clases en la Educación Secundaria?
-La pandemia nos ha puesto en medio del protocolo del protocolo del protocolo, tenemos muchísimos a seguir. Tenemos el del MSP que es el macro, luego el protocolo de la ANEP, y después tenemos el aterrizaje de ese protocolo en las instituciones. Eso requirió de negociación colectiva, de bipartitas como le decimos nosotros, donde por ejemplo primaria negoció con el Consejo de Educación Primaria y Secundaria hizo lo mismo con el Consejo de Educación Secundaria y UTU también con su consejo. Realmente las realidades de cada uno de nuestros centros educativos es diferente, existen diferencias entre la ruralidad y los centros urbanos. Las dimensiones son diferentes y también la población estudiantil no es la misma, no es la misma cantidad de alumnos que pueden ir a un liceo que la que puede ir a otros. Teniendo en cuenta todos estos factores hemos podido instalar en Salto comisiones de trabajo, se llaman así, tienen este nombre que en realidad vienen a ser las antiguas comisiones de salud laboral que tuvimos durante muchos años en los liceos. Los que están trabajando con el protocolo junto con dirección viendo en primera instancia que estuvieran las condiciones de higiene y de los implementos para poder empezar.
-¿En que modifica o cómo ve el uso de tapaboca al dar una clase, como influye en lo pedagógico?
La expresividad y no quiero saber lo que va a pasar con nuestras gargantas, porque con el uso del tapabocas hay que aumentar el volumen de la voz, o sea que va a ser un esfuerzo muy grande realmente. Respecto a esto de la virtualidad, en uno de los artículos de la Ley de Educación habla de la educación a distancia, hay que estar muy alerta en estas cosas. Nosotros desde FENAPES seguimos defendiendo la presencialidad. O sea la virtualidad para un caso puntual como ha sido esto del Covid-19 que nos tuvo recluidos, bien, pero una vez que volvamos las clases tienen que ser presenciales. Porque en realidad somos seres humanos, gregarios y necesitamos estar juntos, pero aparte el conocimiento se construye juntos, con el otro. No necesariamente del docente hacia el alumno sino también del intercambio de los estudiantes entre sí y porque aparte requiere esa reciprocidad. También fortalece al alumno que se junten y hagan planteos, esas cosas que uno enseña al estudiante cuando está con el estudiante que a través de una computadora no lo haces.
Dialogando entre compañeros docentes tratamos el tema de la coordinación de actividades, en torno a esa cosa cotidiana, de tocar un tema que los colegas trataron con anterioridad, esto lo perdimos, porque estamos cada unos de nosotros aislados con nuestros alumnos compartimentados en nuestras computadoras. Hemos perdido ese gancho que hacemos a diario de darle continuidad al proceso educativo.