jueves 28 de marzo, 2024
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¿Un nuevo ciclo expansivo para Uruguay?

Estudio Signorelli & Altamiranda
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Estudio Signorelli & Altamiranda

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Por el Ec. Joaquín Forrisi
Para el Estudio Signorelli&Altamiranda
Todos los gobiernos del mundo están aplicando una formidable expansión monetaria, lo que implica la emisión por parte de los Bancos Centrales para dotar de liquidez al mercado y que ello permita mantener la economía en funcionamiento. Condiciones financieras globales laxas son siempre buenas noticias para economías cómo Uruguay.
¿Por qué Uruguay no puede emitir cómo las economias centrales para financiar la salida de la pandemia? Las economías desarrolladas cómo Estados Unidos, Europa y Japón tiene monedas que son reserva de valor lo que hace que la emisión de su moneda no se vea reflejado en el incremento de los precios al consumo sino en el precio de sus activos.
Uruguay, en tanto, tiene una moneda débil, en el entendido de que no es utilizada cómo vehículo de reserva de valor. Ejemplo de esto es que, en el sistema bancario uruguayo, el 76% de los depósitos están nominados en moneda extranjera -dólares- y esto en gran medida se debe a que el peso uruguayo presenta aún hoy una pérdida de valor constante. Uruguay es uno de los 20 países con mayor inflación en el mundo a diciembre 2019.
Por este motivo, en caso de que el fisco optase por emitir el dinero, este se trasladaría rápidamente a inflación, lo que impactaría negativamente en los ciudadanos y en los tenedores de deuda uruguaya, que son aquellos inversores que confiaron en la moneda para invertir sus ahorros.
En este sentido, converger a una inflación baja y estable, lo que implica que la variación del índice de precios esté por debajo del 4% anual, generará los incentivos para que los agentes económicos mantengan saldos líquidos en moneda nacional, sin que ello implique una pérdida de poder de compra del dinero. Esto permitiría contar con las herramientas de la política monetaria cómo instrumento de política económica. Para contar con la posibilidad de activar políticas monetarias efectivas es imprescindible tener una moneda sólida y, para ello, es condición necesaria, pero no suficiente, una inflación baja.
Condiciones financieras laxas tiene impactos relevantes y positivos en nuestro país. Por un lado, genera la posibilidad de fondeo del Estado, permite capturar flujo de inversiones para actividades en el país y genera un incremento del precio de las materias primas.
Estas cuestiones se materializan por ejemplo en que el pasado mes el Estado emitió deuda por USD 2.000: a una tasa de interés históricametne baja, tanto en moneda extranjera cómo en Unidades Indexadas, con una demanda de títulos mucho mayor a la oferta y a 20 años de plazo. En 2005 la duración promedio de la deuda uruguay, ello implica, en promedio en cuantos años vencía la deuda del soberno, era de 5,2 años, con esta útlima emisión, el plazo promedio para el vencimiento es de 13 años, lo que mejora sensiblemente el perfil financiero del endeudamiento.
Para el sector privado las noticias son también alentadoras. Si se considera además el hecho de que la compañía de biotecnología americana Moderna Inc. ha tenido exitosas pruebas respecto a la vacuna contra el COVID-19, que permitiría una rápida reactivación de la economia, la combinación de dinamismo económico con bajas tasas de interés globales da condiciones favorables también para las exportaciones y el flujo de inversiones.
La noticia de la vacuna generó alzas en las bolsas de todo el mundo y la expectativa que la reactivación económica sea en forma de “V”. Las materias primas, cómo la soja, carne, leche y celulosa, que son los principales rubros de exportación del país, han tenido desempeños favorables en los últimos meses.
Podríamos estar en ocación de un nuevo ciclo global favorable para el país, cómo el ocurrido entre 2009 y 2013, con condiciones financieras y económicas que permitan un crecimiento de la economía, mejorando los niveles de la inversión y permitiendo la generación de empleo.