Por Carlos Arredondo.
Tal como ya lo informó Diario CAMBIO, el pasado 1 de setiembre entró a regir la resolución tomada por la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Nº22/2020, la que impone la veda total de pesca de la especie Dorado. La resolución expresa textualmente: «: «Establécese el siguiente período de veda para la protección del dorado Salminus brasiliensis: Pesca comercial y deportiva desde el 1º de septiembre de 2020 hasta el 31 de diciembre de 2020”.
PARA RESPETAR REPRODUCCIÓN
El Presidente de la Delegación uruguaya en la CARU, Mario Ayala Barrios, explicó a CAMBIO que tal resolución se basa en el informe técnico elaborados por técnicos del organismo bi-nacional. «Es el informe técnico de CARU en la que se basa la resolución», dijo y explicó: «Todos los años se hace esta veda, en acuerdo con la Argentina y por eso se toma esa resolución. En su resolución la CARU explicó que «el dorado realiza migraciones reproductivas regulares en los ríos de las cuencas donde todavía habitan. El período reproductivo en nuestra región es en la primavera y el verano, por lo que se establece la veda estos cuatro meses para proteger la época del desove y aumentar así la eficiencia reproductiva».
CONTROLES
En cuanto a los controles que se realizan para que la veda se cumpla, el presidente del organismo dijo que «la Prefectura es la que tiene la obligación de controlar, porque es la policía del río, CARU no tiene ninguna injerencia en los controles».
SE REVÉN LÍMITES
DE PESCA
La zona inmediata a la represa se ha constituido en el mayor pesquero de dorados del mundo. Esta especie es altamente requerida por pescadores de agua dulce de todo el mundo, quienes encuentran en esta especie un encantador motivo para llegar a nuestro departamento, debido a la «pelea» que presenta el animal al momento de ser «enganchado». Esto genera un intenso movimiento de pescadores de alto poder adquisitivo, quienes en grupos, o solos, así como celebridades mundiales y regionales, llegan durante todo el año a nuestro departamento, haciendo del turismo de pesca un sector en franco ascenso y que deja importantes dividendos al país.
Pero en la pasada administración, la CARU, a pedido de Salto Grande, resolvió imponer un límite en la zona de pesca inmediata a la represa (conocida como «La Zona»), impidiendo el ingreso a la zona más atractiva para estos pescadores, quienes debido a esto paulatinamente habían abandonado los viajes de pesca hacia nuestro pesquero.
En ese sentido la CARU impuso dos restricciones: Una que impide totalmente el ingreso en los 500 metros inmediatos al muro de la represa y a los siguientes 500 metros solo podrán ingresar quienes tengan autorización. A partir de los 1.000 metros no existen restricciones. Ante esto CAMBIO consultó al Presidente de CARU si tales restricciones podrían ser revistas en la actual administración. Ayala explicó que «Ese tema está a estudio. Nosotros ya pedimos al Departamento de Ambiente que hiciera un análisis de situación. Pero la distancia de pesca es más un tema de seguridad, por lo cual tiene mas injerencia la CTM de Salto Grande. De todas maneras, «Se están reviendo todos los límites, los primeros 500 y hasta los 1.000, también» dijo el Presidente de CARU.
