jueves 25 de abril, 2024
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Un «Chueco» que enderezó hacia los títulos con Peñarol y Uruguay

Un gran jugador nacido y criado en esta tierra de campeones. Muy joven emigró a la capital para triunfar como jugador profesional y ganar muchos títulos, con Peñarol y la selección uruguaya. Una amplia trayectoria en el fútbol internacional, jugando en el Genoa de Italia marcando a Maradona en el Nápoli. Estamos refiriéndonos nada menos que a José Batlle Perdomo, el ‘Chueco’, que en diálogo con CAMBIO contó toda su vida en el fútbol.
CON LOS REYES
«Desde que tuve uso de razón, como a los cinco años, lo primero que le pedí a los Reyes Magos fue una pelota de plástico. Yo nací en Pasaje 1 entre Juncal y Gutiérrez Ruiz, en las viviendas enfrente al Parque Solari, solía jugar en el fondo de mi casa, y me gustaba pegarle contra la pared, contra el muro lindero con el vecino, de la familia Torres. Y algo que me enseñó mi padre fue pegarle con las dos piernas; yo era derecho y pegándole a la pelota contra el muro que separaba una vivienda de la otra fue que aprendí a pegarle con las dos piernas. Después, en ese pasaje (1) entre calle Juncal y Gutiérrez Ruiz, jugábamos en la calle. En ese tiempo no era concurrida, era sin tránsito, pero no tenía asfalto y era jugar sobre el pedregullo, otra de las cosas importantes que hice de gurí. Me sirvió también de mucho para después llegar a ser un jugador profesional, el sueño de todo pibe ahí, jugábamos con una pelota de trapo con diarios adentro. Después el Parque Solari tenía una cancha grande de fútbol y un poco más abajo acondicionamos una canchita, un espacio físico para jugar ahí ya con una pelota de pantasote, que se asemejaba más a una pelota de cuero, que era con lo que se jugaba al fútbol, o bien una pelota de goma también existía en aquella época linda de gurí. Así hacíamos picados, jugando de mañana y de tarde, venían gurises de todos lados y mi madre me decía ‘te va a hacer mal jugar tanto al fútbol’, pero era lo que más me gustaba.
DE UN GOLPE A HACERSE HOMBRE
«En el baby fútbol empecé en Palmitas con el querido rengo ‘Quique’ Ribero. A mí siempre me gustaba jugar como zaguero adelantado y después los técnicos me pusieron como ‘5’ por mi presencia en las dos áreas, con remate de de afuera y le pegaba bien a la pelota de tiro libre. Después jugué en Los Náufragos, otro gran equipo de baby fútbol de la época; recuerdo jugar grandes campeonatos con 13 años en la cancha de Safa en el barrio Ceibal como en Don Bosco, en Cien Manzanas y otros campeonatos que se hacían los fines de semana. Con 13 años teniendo la cancha grande de Parque Solari casi en frente de mi casa, aunque mis padres no querían me entreverara a jugar con los grandes, pero esa experiencia me ayudó a aprender, ahí jugando como zaguero adelantado se hacían lo viejos campeonatos relámpago, eran los domingos, pero venían los mejores jugadores que había en Salto. A pesar de ser gurí me fui haciendo como jugador. Una anécdota; un día estaba jugando un ‘9’ de más de 30 años, no sé de dónde había venido, capaz no era de Salto, y yo lo marcaba escalonado y le gané toda la tarde. Después del partido me encaró, me relajó y me pegó un empellón y me tiró al suelo. Me fui llorando y corriendo a mi casa, le cuento a mis padres y ellos me dicen no te metas a jugar con grandes, pero te sirve para hacerte hombre’. No fueron a hablar con ese hombre que me había golpeado y sí fue un tío mío a encarar al tipo y decirle en malos términos que no me molestara más».
«Yo iba a la UTU, estaba cursando 2º año, estaba estudiando mecánica, ya hacía prácticas y quería ser tornero, quería trabajar, ganar plata, ayudar a mis padres. En ese entonces trabajaba solo mi padre en El Espinillar, y fue cuando la gente de Ferro Carril me fue a hablar para jugar en la 4ta yo tenía 14 años ahí, y primero les dije era que quería un trabajo para ayudar a mi familia y ellos me consiguieron para trabajar de mandadero en ‘Baresi’, y empecé a jugar en las inferiores de Ferro con 14 años. En los últimos partidos me ascendieron a primera y hasta jugué una liguilla, estuve en el plantel de primera y alternaba. Tuve la oportunidad de jugar con Ramón Rivas, Sofildo Piñerio, el ‘Indio’ Gularte, Julio Luccini, ‘Corcho’ Arrigoni, Walter Finozzi. Después que terminó el campeonato hablaron conmigo Néstor ‘Tito’ Goncalvez y el ‘Maño’ Ruiz para llevarme a jugar en las inferiores de Peñarol, incluso vino un dirigente y yo les dije que fueran a casa a hablar con mis viejos, y salió el pase y me fui a juagar en ese entonces a la 5ta. de Peñarol. No existía por supesto la Casita de Peñarol pero en Los Aromos” en el fondo había una pieza grande donde tenían un par de gurises del interior y ahí me quedaba. Después con el tiempo me llevaron para el centro a apartamentos del club. Esos fueron mis primeros pasos en el fútbol profesional».
«Mi primer técnico fue Luis Prai, en 5ta y después con 16 años me citaron para la selección juvenil donde quedo entre el plantel principal y como titular del Sudamericano de Bolivia en 1983, que terminamos 2dos y estuvimos cerca de ganarlo, recordado por el lío entre Brasil y Argentina. Clasificamos con Brasil para el Mundial a mitad de año en México. Después hicimos un gran Mundial pero en el mata-mata nos termina eliminando Corea, de forma poco creíble; cosas del fútbol; se metieron atrás y de contragolpe nos mataron 2 a 1. Era una gran selección, el ‘Pato’ Aguilera, Ruben Sosa, José Luis Salazar, un cuadrazo y nos quedamos ahí. Si hubieramos pasado esa llave creo que salíamos campeones.
LLEGAR A LA PRIMERA DE PEÑAROL
«Tenía 17 años y el técnico de 1ra. de Peñarol Don Hugo Bagnulo, me llama, venían de salir campeón de América y del Mundo y me dice quiero hablar con tu padre’ y me asusté, dije qué pasó’. Para lo mejor la comunicación con mi familia era por carta, no era como hoy, mí padre trabajaba, tenía que faltar al laburo para ir a Montevideo, y cuando llega a Montevideo yo ya estaba en una pensión que alquilaba Peñarol en Ejido y Durazno y lo primero que me dice, ‘qué hicistes para que el técnico de primera Bagnulo quiera hablar conmigo’, y era que quería pedirle permiso para ascenderme a priemra, era un gurí y necesitaba para tranquilidad la autorización del padre, por si me pasaba algo.»
«Después, jugar con esos fenómenos como Fernando Morena, Venancio Ramos, Miguel Bossio, el ‘Indio’ Olivera, todavía no habían vendido a Mario Saralegui, que después termino jugando en su puesto de ‘8’ con Bossio y me llevan nuevamente a la selección, pero mayor. Creo que en 1987 a pesar de tener 21 años fue mi gran año en cuanto a títulos logrados, campeón de la Libertadores con Peñarol en Chile y campeón de América con Uruguay en Argentina.
Un histórico partido marcando a Maradona
«En 1987 primero se ganó el Sudamericano, recuerdo antes de jugar con Argentina de Maradona, que venían de salir campeones del mundo, yo hablo antes del partido con Gustavo Matosas y le digo ‘tenemos un ‘mostro’ por delante como Maradona, tenemos que hacerle una marca escalonada, salís vos primero a tratar de recuperar la pelota y yo salgo de más atrás, si él te hace una finta estoy yo atrás de él, así que vos jugá tranquilo’. En determinado momento lo agrarra sobre la banda cuando sale Matosas le hace una jopeada y salgo yo de atrás con todo a calzarlo abajo y también me hace una jopeada y al final terminamos los dos sobre la cancha de atletismo en el Monumental. Era casi imposible controlar a Maradona en su mejor momento. Lo importante es que se ganó y se pasó y pasamos a la final.»
«En la final Chile salió a pegar mucho para controlar a Antonio Alzamendi, Ruben Sosa, Pablo Bengoechea y Enzo Franccescoli, que fue el más golpeado. Enzo era la gran figura y fueron sobre la caza de él, como que ellos se sentían inferiores y querían imponer guapeza y nosotros fútbol. Tras un tiro de esquina de Ruben Sosa, hubo un rechazo y yo, la virtud que tenía era que cuando me quedaba el rebote era tirar al arco, tanto de derecha como de zurda, le pegaba. La pelota rebota en el golero y Bengoechea que la encuentra y anota el gol, pero lo que quedó como anécdota es que las cámaras me enfocan a mí como que al gol lo hice yo, y no tanto a Bengoechea».
«No me olvido dela gente que fue al Monuemental, más de 20.000 uruguayos nos alentaron ante Argentina y muchos más en la final, uruguayos que vivían en ese entonces en Argentina y otros que fueron no solo de Uruguay sino de otros países».
LA LIBERTADORES, HAZAÑA EN SANTIAGO
«Después vino ese mismo año la Libertadores, otra vez a Argentina a ganarle a Independiente en Avellaneda, donde nadie ganaba. Fue 4 a 2 y ellos en su mejor momento, con la base de la selección campeona del mundo, con Marangoni, Bochini, Burruchaga, Giustti, para después jugar la final con América de Cali, que tenía una selección de América de buenos jugadores todos, caso el ‘Bocha’ Santín de Salto, en su mejor momento, que venía de perder dos finales y llegaban con toda la experiencia. Eran favoritos, nos tocó jugar en el Pascual Guerrero y nos ganan 2 a 0, pero la diferencia de goles no importaba, teníamos que ganar en Montevideo para forzar la tercera final en Santiago.
«La jugada del gol la recupero, pero el de la jugada previa fue el ‘Zurdo’ Viera para que Diego Aguirre hicera el gol. ¡Lo que fue el festejo en Chile y después la llegada a Uruguay!. En la final yo no hablo con los rivales, sólo juego, pero Santín que era el habilidoso me pega a mí, me cruza abajo y termino con esguince de tobillo, pero sigo jugando igual. Lo que son las cosas del fútbol, un cruce entre salteños».
«Después, las Eliminatorias de Italia 90′ y en el 89′ la Copa América en Brasil, que perdemos con gol de Romario 1 a 0. Hicimos un gran campeonato, le volvimos a ganar a Argentina 2 a 0, otra vez marcar a Maradona, ya lo había hecho en Italia con él en Nápoles y yo en Genova. Después el Mundial de Italia con una buena gira previa, donde se sacó buenos resultados, ganando en Inglaterra, empatando en Alemania 3 a 3 y no nos fue bien, al final nos elimina Italia. El mejor partido para mí fue el 0 a 0 con España, donde Sosa erra el penal. Para los medios de prensa yo fui el mejor jugador de la cancha; fuimos muy superiores a una gran selección de España con Butragueño como goleador, Zubizarreta al arco que se atajó todo. Si hubiéramos ganado ese partido otra hubiera sido la historia. Dspués vino Bélgica y de entrada nos hizo un gol que nos descolocó y en un Mundial los descuidos cuestan caros. Después se le ganó a Corea y tuvimos que jugar con el local y perdimos».
EL DEBE DE SALTO
«Creo que Salto está en el debe, pasan los años y no tiene un equipo profesional. Nos conocen en el mundo por el fútbol, Salto tierra de campeones, desde Leandro Andrade, hasta Suárez y Cavani. Muchos jugadores salieron de acá para triunfar como jugadores profesionales, hoy en día siguen saliendo. En estos días se sale campeón en sub-17, hay un material inagotable. Clubes trabajan muy bien y se debería apostar a Salto FC con apoyo de Intendencia y empresas que apoyen para formar y tener un equipo competitivo que juegue y jugadores que venderían más fácil, al mercado mundial con porcentaje de formación para los clubes.»