Diaphorina Citri: ¿Por qué es tan importante combatir una plaga que se consideraba secundaria en Uruguay?

La Diaphorina Citri fue reportada en Uruguay en el año 1991 por primera vez por parte del Ing. Agr. Roberto Bernal y desde allí ha sido considerada por las autoridades como un plaga secundaria, sin un alto impacto en la producción hasta el año 2004 cuando se determinó que este vector es el responsable por la diseminación del HLB (Huanglongbing).
¿Por qué es tan importante combatir esta plaga?
Porque el HLB es una enfermedad sin cura y es considerada la más destructiva a nivel de la citricultura en todo el mundo, pero principalmente porque dicha enfermedad no está presente en nuestro país y de su control depende el trabajo de muchos salteños en particular. Si bien la enfermedad no está presente en Uruguay, sí lo está el vector lo que genera un nivel de riesgo.
Recordemos que la citricultura en nuestro país está ocupando un área de 14.107 hectáreas durante el año 2019, según el anuario de DIEA, con una producción de 242.644 toneladas de cítricos que en 43% se destinan a la exportación en fresco. De las 6.960.000 plantas productoras de cítricos, el 90% se encuentra en la zona norte del país que abarca los departamentos de Salto, Paysandú, Río Negro y Rivera. En tanto que el 10% restante está en el sur del país.
Lo más importante de las malas experiencias que se atraviesan en la vida, es el aprendizaje. La situación que está atravesando la citricultura en el departamento por la compleja realidad de una industria local, se podría multiplicar al 100% del sector de ingresar la enfermedad al país, lo que determinaría una fuerte pérdida laboral a nivel del departamento. A modo de ejemplo, la citricultura posee un índice de ocupación de 0,7 hombre/hectárea, lo que es 12 veces más alto que el sector arrocero y 110 veces más importante que en la ganadería.
Diaphorina Citri
A partir del año 2004 la Diaphorina Citri pasa a tomar una destacada relevancia a nivel de la citricultura en Uruguay debido a su condición de ser transmisora del HLB. «La Diaphorina Citri era una plaga secundaria para Uruguay. Salvo que sus poblaciones se incrementaran en exceso, ya que le gustan mucho los brotes tiernos de los cítricos, prácticamente no se atendía o se lo hacía muy poco» explicó el Ing. José Buenahora del área de Entomología de INIA Salto Grande.
Uruguay tiene la condicionante de exportar, como lo señalamos anteriormente, el 43% de su producción citrícola en fresco, por lo que debe «cuidar mucho los residuos y además está muy sujeto a distintas normativas, tanto es así que son muy pocas materias activas y bajo impacto que podemos usar para el control de este insecto y otras plagas en Uruguay» dijo el profesional, sin embargo destacó que «el control biológico tiene un rol que consideramos fundamental, pero no solo el Uruguay sino en todos los países en donde este problema se manifiesta».
Control biológico
En este sentido en el año 2007 se reportó «un enemigo natural» de la Diaphorina Citri. «Un parasitoide, Tamarixia Radiata que en general se está usando como controlador prácticamente en todo el continente. Por lo tanto es a este controlado biológico en especial, que INIA le ha prestado bastante atención» dijo Buenahora.
Justamente fue en Salto, donde se desarrollaron los estudios para «ajustar las crías de este enemigo natural a las condiciones de Uruguay» explicó el profesional que remarcó su satisfacción de poder contar en nuestro país con una «cría que está ajustada y que estamos prontos para desarrollar un proyecto de cría masiva del parasitoide Tamarixia Radiata para liberar en los cítricos de Uruguay».
En esta línea señaló que durante el año 2018-2019, «se elaboró un proyecto en conjunto entre INIA, el MGAP y el Sector Citrícola, en un formato de alianzas, que fue aprobado el año pasado y se puso en acción a comienzos de este año 2020. En este momento estamos en las primeras etapas de instalación de este proyecto acá en INIA Salto Grande y en breve comenzaremos otras acciones» dijo Buenahora.
Lo más importante
Más allá del trabajo que se ha venido desarrollando desde el punto de vista de la investigación, de la transferencia de los conocimientos hacia los productores. Es importante remarcar que «lo más importante» para impedir el ingreso del HLB a nuestro país, es el no ingreso de plantas o semillas sin la certificación correspondiente, debido a que son pasibles de traer la enfermedad al Uruguay y con ella un daño muy severo al entramado económico social que representa la citricultura en el Uruguay.