Por Karina De Mattos.
Recientemente asumieron las nuevas autoridades del Instituto Nacional de Evaluación Educativa (INEEd) y se abre una etapa con cambios de gobernanza previstos en la Ley de Urgente Consideración (LUC), retos en un año marcado por la pandemia y evaluaciones para realizar.
CAMBIO dialogó con el nuevo presidente de la Comisión Directiva del instituto, Javier Lasida. Es doctor en Educación por la Universidad Autónoma de Madrid (España), tiene la Maestría en Ciencias Sociales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Argentina) y es licenciado en Ciencias de la Educación por la Universidad de la República (Udelar).
-¿Qué modificaciones trae la LUC al INEEd?
-La Ley cambió la integración de la comisión directiva del Instituto, a un grupo colegiado, como existen otros en muchos organismos descentralizados, o paraestatales en el Estado, que integramos tres personas designadas por el Poder Ejecutivo. Este como venía haciéndose desde hace tiempo designó a dos personas propuestas por la coalición de gobierno y uno propuesto por la oposición, es decir, por el Frente Amplio. Los dos designados propuestos por la coalición de gobierno somos Guillermo Fossati y yo, y el designado por la oposición es Pablo Caggiani.
El Consejo Directivo anterior era más grande pero que no contemplaba la dedicación total de los integrantes del consejo directivo, salvo el presidente a las tareas de dirección del instituto, era otro momento. Pero la diferencia más importante que tenía es que en el consejo directivo anterior había dos representantes de ANEP y un representante de las instituciones privadas, que son los evaluados. Unas de las cosas que entiendo con este cambio es que los evaluados no formen parte del organismo de dirección a cargo de la evaluación.
-¿Qué desafíos se plantea el Instituto con esta nueva orgánica?
-El primer desafío más grande es que estamos este lunes empezando un trabajo de campo, aplicando una prueba, en este contexto de emergencia sanitaria, que supone un montón de dificultades operativas y logísticas que se han ido resolviendo. Además a esto hay que agregarle la incertidumbre, si en determinado momento se dispara mucho el covid-19 existe el riesgo de que se cierren las escuelas o los niños no vayan. Tal vez no a nivel general, pero sí en algunos departamentos, son condiciones muy duras y exigentes para hacer la evaluación. Pero también entendemos que es un momento en que es especialmente necesaria la evaluación para poder tener información del estado de situación de los niños, en este caso de los niños porque la prueba va a ser en Primaria, para poder planificar las medidas que ayuden a compensar los efectos de la situación de emergencia. Porque lo que está claro en la medición y en las evaluaciones que hay en el mundo, también por algunos datos en Uruguay, es que la emergencia sanitaria afecta a los aprendizajes y afecta la existencia especialmente de los niños de sectores de menores ingresos.
-¿Qué se evalúa principalmente de la educación en Uruguay desde el INEEd?
-Esta investigación, esta prueba que vamos a aplicar ahora nos va a dar una foto, una imagen muy precisa, muy rigurosa del estado de situación y la idea es que la información que surja sea relevante para el CODICEN, pero también para los inspectores y también para los docentes. Eso es algo que nos preocupa, que la evaluación novaya solo destinada a la cúspide de los tomadores de decisiones, que son los principales usuarios de esta información, nos impulsaron mucho y nos apoyaron muchísimo y nos pidieron que hiciéramos la evaluación, pero está destinada a ellos y también a los docentes que trabajan día a día con los niños. El objetivo es que esto sea una herramienta para ver avances y no avances y sobre eso diseñar un trabajo más específico.
