martes 16 de abril, 2024
  • 8 am

Flora nativa: UBAJAY

Ing. Agr. Tacuabé González Jiménez
tacuabenativo@yahoo.com.ar
Especie: Hexachlamys edulis (o. Berg) Kausel & D. Legrand.
Familia: Myrtaceae.
Nombre común: Ubajay, Duraznero de monte, en Guaraní: Yva Hái (fruta ácida).
Distribución: Nativa de América del Sur, tropical y subtropical, en Bolivia, Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Hábitat: en selvas marginales, montes ralos, terrenos arenosos. Es una especie heliófila que crece en las orillas de los bosques ribereños.
En Uruguay se lo encuentra en el litoral del río Uruguay y en los tramos finales de los afluentes del mismo; desde el departamento de Artigas a Soriano.
Árbol: pequeño o mediano, alcanza de 4 a 8 m de altura, tronco de fuste medio, luego muy ramificado, de corteza asurcada, oscura, persistente y de copa globosa. Follaje: persistente hasta entrado el invierno, luego caducifolio, de color verde pálido.
Hojas: aromáticas, simples, opuestas, borde entero, elípticas – lanceoladas de 4 a 6 cm de largo. Pubescentes cuando jóvenes, glabras cuando adultas.
Flores: blancas, solitarias, ubicadas en las axilas de las hojas. Tienen 6 sépalos y 6 pétalos, con múltiples estambres.
Floración: comienza al inicio de la primavera, y se continúa durante el transcurso de la estación según cada ejemplar y su lugar de instalación.
Fruto: drupa globosa de color amarillo o amarillo-anaranjado. De unos 3 a 5 cm de largo. Velloso. Comestible, dulce acidulado, con pulpa suculenta. Aromático. El aroma es penetrante cuando madura. Los frutos se desprenden fácilmente a la madurez, alfombrando el tapiz vegetal a la sombra del árbol.
Fructificación: a fines de primavera. Maduran de octubre a noviembre.
Semilla: globosa de color marrón, con 1 o 2 por fruto, excepcionalmente más.
Multiplicación: se reproduce por semillas, con buena germinación. Crecimiento medio. Soporta bien las sequías y períodos de inundación.
Beneficios: Es importante la presencia de los Ubajay en el monte ribereño por su aporte a la biodiversidad; destacando su contribución, junto con otras especies, en la protección de la costa.
Se lo cultiva como ornamental. Según la propuesta de plantación, puede hacerse aislado en un jardín particular o en grupos en plazas y parques.
El Ubajay es una especie apropiada para incorporar a modelos de agricultura de diversificación productiva, que tengan en cuenta la seguridad alimentaria, bajo enfoques agroecológicos. Los frutos comestibles, se consumen directamente de la planta o se lo utiliza para preparar mermeladas, almíbares, jugos y también vinagre. La fruta es consumida por varios animales del hábitat, aves y peces cuando caen al agua.
La floración es prolongada, debido a que mientras algunas flores «voltean pétalos» otras están en «botón floral». Este período es muy atractivo para los insectos, sobre todo para abejas por los aportes de polen y néctar que brinda esta especie.
Las hojas se usan en medicina popular, de sus flores extraen aceites esenciales. La madera es dura. Se la usa para mangos de herramientas y leña.
Lugares de observación en Salto.
En Costanera Norte y Costanera Sur, en el Parque de Flora Nativa «Rumbo al Ayuí» y en el Parque Indígena «Vaimaca Pirú».
En muchos terrenos se encuentran grandes árboles, donde a su valor ornamental se agregan los beneficios de la sombra, floración y fructificación.
En el ingreso a la Regional Norte de la Universidad, hay un gran ejemplar, existe desde antes de la construcción de la misma, y se decidió respetarlo.
Ubajay: Localidad entrerriana.
Ubajay es un municipio del departamento de Colón (3500 habitantes), provincia de Entre Ríos, República Argentina. Está próximo al Parque Nacional «El Palmar».
Bibliografía consultada:
Céspedes, G.; Weber, E.; González, G. 2008. Especies útiles de la Flora Paraguaya. Frutos comestibles. Asociación Etnobotánica Paraguaya.
Muñoz, J.; Ross, P.; Cracco, P. 2005. Flora indígena del Uruguay: árboles y arbustos ornamentales.
Ubajay: el río y la costa.
Hace muchos años, una semilla «sembrada» por un pájaro, permitió que me instalara en el monte. Más allá del ataque de algunas hormigas, la falta o exceso de agua crecí protegido por árboles de distintas especies, edades y tamaños.
Era densa la comunidad vegetal de mi entorno.
El río estaba lejos, lo escuchaba pero no lo veía.
Con el tiempo, buscando la luz solar, mis ramas se estiran y engrosa mi tronco.
En una primavera florecí y después los primeros frutos.
¿Era posible que el río se acerque? Ahora lo veo casi permanentemente.
Vinieron otras primaveras y en cada una de ellas más ramas, más flores, más frutos y muchos pájaros. Pero el río se lleva el suelo, lava mis raíces.
Ahora el río sube y baja, ya no está muy lejos, continúa llevándose mi apoyo.
Más de la mitad de mi área radicular está en el aire.
Hay una inundación grande y duradera. La corriente es muy fuerte… Aún así me aferro al suelo y resisto.
El agua se retira. Ahora estoy inclinado hacia el río en un equilibrio muy inestable; pocas raíces me anclan. En cualquier momento caeré al agua y la corriente me llevará…
Esta primavera 2020, florecí y daré frutos. ¿Será la última?
Si quieres verme estoy aquí en el «monte ribereño» que queda. Desde avenida Garibaldi verás un gran espacio libre que permite ver el río y la costa argentina, búscame.