viernes 19 de abril, 2024
  • 8 am

“Al niño se le está propiciando un espacio para que pueda desarrollarse”

Por Karina De Mattos.
En el territorio nacional un total de 9.200 niños de 135 escuelas participan del Programa Escuelas de Verano, en el territorio departamental son 700 niños de 12 escuelas. Las propuestas son más pedagógicas en comparación con el Verano Educativo que se aplicó hasta el año pasado, que incluía más propuestas recreativas. CAMBIO dialogó con la Maestra Evelyn Baldassari, quien se desempeña en el programa Escuelas de Verano en la Escuela Nº 98, que lleva el nombre «José Enrique Rodó». La misma nuclea a 50 niños provenientes de la zona de Barrios Saladero, Cien Manzanas, San Martín.
-¿Cómo se desarrolla Escuelas de Verano en su escuela?
-A partir de la primera semana trabajando con los niños en el programa Escuelas de Verano, están yendo todos los niños inscritos, todavía tenemos niños en lista de espera, de continuar con la asistencia completa se verá si se habilitan más cupos. Estamos trabajando con todos los protocolos con mucha rigurosidad. En un proceso de adecuación a la emergencia sanitaria por coronavirus. Tratando de sobrellevar lo que implica el trabajo real con niños en verano, en lo que es una escuela diferente, más relacionada con el goce recreativo.
-¿Qué actividades realizan y cuáles son los conocimientos y aptitudes que intenta reforzar el programa?
-Nosotros llevamos adelante un proyecto de Escuelas de Verano que tiene que ver con las capacidades y está basado en la expresión artística y se llama «El arte como expresión de la identidad cultural». Es un proyecto que tiene conexión con los que trabajamos durante el año, estamos fortaleciendo el trabajo de expresión, de composición colectiva. Estamos planeando hacer un mural, a través del cual aplicamos todos los conceptos de educación artística. Luego los chiquilines diseñan, se componen entre sí y se llevan adelante luego la pintura del mural. Tenemos un fuerte peso de trabajo en lenguas, en escritura y lectura. Y en matemáticas estamos tratando de fortalecer la parte de numeración y operaciones. Todo se realiza a través del juego. Arte, lengua y matemáticas, a través del juego. Generamos desafíos para los chiquilines, en los que todos los días a través del trabajo en equipo tengan que resolver acertijos. Por ejemplo, en cuanto a numeración jugamos a Escape Room o Escape de la Habitación, en el que ellos debían resolver un código para poder culminar el juego. En ese juego ellos se enganchan, porque tienen que pensar, resolver, comunicar una respuesta única. Estaban muy entusiasmados con esta modalidad. En Lengua por ejemplo trabajamos con códigos, los chiquilines están haciendo lectura y escritura a partir de códigos con símbolos que generamos nosotros mismos.
-¿Hay diferencia en el proceso de aprendizaje entre la Escuela y la Escuela de Verano? ¿Van a estar mejor preparados los alumnos que asisten a este programa?
-A nivel personal, como maestra creo que Escuelas de Verano debería ser universal. En este año en el que los niños no han tenido mucho contacto con la escuela. Los niños asisten por la motivación, es importante y hace al desarrollo del programa. Al niño se le está propiciando un espacio para que pueda desarrollarse. Hoy por ejemplo para finalizar la jornada realizamos una evaluación en la modalidad de batalla de rap. Son impresionantes las cosas que surgen, hay niñitos de siete años que rapean. Es una actividad muy compleja, e s muy difícil encontrar las palabras, con eso generar frases que además tengan ritmo. Se nota que niños que tienen rendimiento bajo, este tipo de actividades lo encamina, moviliza, hacen salir habilidades de ellos que no conocían que tenían