jueves 28 de marzo, 2024
  • 8 am

Los jueces y los medios

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Me formé como abogado en una época en que existía un aforismo que por tal, se consideraba como un concepto cerrado de arraigo general. Decía, «los jueces sólo hablan a través de sus sentencias». Lo aprendí, lo ingresé a mi mente jurídica, y lo sostuve durante casi toda mi vida laboral activa. Pero los años pasan, las sociedades evolucionan, los conocimientos se transforman, y entonces aquellos conceptos tan arraigados, resulta que no lo eran tanto. Quienes pensamos con una mente abierta, tenemos que aceptar que las relaciones entre los jueces que emiten Derecho y los medios, no solo se deben expresar a través de sus sentencias, sino que a veces, sobre todo cuando se afectan intereses generales, se hace necesario explicar esas sentencias, y bajarlas en cuanto a su nivel intelectual al nivel de la gente común, para que realmente se entienda una decisión judicial y sus fundamentos. El lenguaje del Derecho debe ser, en todas sus manifestaciones, accesible a todos; sólo así resulta comprensible su sentido y se alcanza la plena comunión con sus valores y principios Porque muchas veces las decisiones que toman los jueces, tienen un impacto ante la opinión pública, y las reacciones son de tal naturaleza que hasta se tergiversa el espíritu teleológico de la decisión judicial. Por eso pienso que en definitiva, ahora es válido modificar aquel aforismo, y decir que es a través de sus sentencias que el juez se comunica con la sociedad.
Alguien llamó a este cambio, la democratización de la actividad judicial. Me gusta más hablar de la publicidad del proceso, como lo dice el art. 7º. del Código General del Proceso, y con la amplitud allí indicada. Esto se vio tremendamente favorecido por el papel trascendente que comenzaron a cumplir los diversos medios masivos de comunicación. Desde hace unos años, que un juez conceda entrevistas o aparezca dando explicaciones por algún caso que tiene a su cargo, ante los diversos medios, es una actitud que antes era impensable. No obstante, esto supone dos cosas: el magistrado debe asumir el compromiso personal de contar siempre la verdad, y no desfigurarlo atendiendo a un interés, ya sea económico o ideológico. Porque el principio de que la Justicia es ciega, sorda y muda, debe siempre ser mantenido a como dé lugar.
Creo que los jueces, en su mayoría, entendieron lo importante que es hablar con los medios porque es la forma de dar cuenta de sus actos e informar a la sociedad, el por qué de las medidas que tomaron y de este modo, evitar malas o tendenciosas interpretaciones sobre sus decisiones. Obviamente con la reserva que imponen algunas situaciones sobre el caso concreto. Los tiempos cambiaron y no alcanza sólo con firmar sentencias, también es necesario explicarlas, porque muchas decisiones trascienden al caso concreto que tratan, y repercuten en la sociedad.
Y aquí aparece el otro elemento del cual los magistrados se deben defender: convivir con la presión de algunos medios que, equivocando sus roles, pretenden inducir al decisor en favor de uno u otro sentido. Algunos medios de comunicación, y las redes sociales, sirven de instrumento con tal finalidad, y eso no es correcto. Ante semejante riesgo, el magistrado debe levantar una coraza para que su autoridad sea respetada, y su conciencia quede indemne. Entonces, la frase «el juez habla por sus sentencias», sólo tiene que quedar como una demostración de la incorruptibilidad de los magistrados, que pese al cambio operado, deben aplicar el Derecho de la manera más justa posible. Porque esa es su sagrada función: emitir Justicia. Pese a quien pese.