viernes 24 de enero, 2025
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La Dra. Graciela Piñeyro explicó cómo afectan las fumigaciones a las abejas melíferas

Por Andrés Torterola
En agosto del 2017 Salto se vio sorprendido por la mortandad de una gran cantidad de abejas.
Las conclusiones en aquel momento fue que algún productor habría fumigado su plantación con una sustancia prohibida en Uruguay desde el año 2009 que fue el Fipronil, aseguraron que no fue la aplicación de chlorpyrifos o las aplicaciones que se hacen a nivel de citricultura.
El clorpirifos o chlorpyrifos se rocía en los cultivos para controlar las plagas, es el insecticida más usado en la agricultura en Uruguay
La Paleontóloga y Dra. en Ciencias Biológicas Graciela Piñeyro dijo a CAMBIO que llevó adelante una investigación de la afectación de las fumigaciones en abejas melíferas, afirmó que las abejas son sensibles a todos los insecticidas y a veces no son rociadas con un solo producto, cuando se observa la ficha toxicológica de los productos genera una gran tristeza porque nadie las mira y allí se plantean algunos efectos sobre insectos, sobre la muerte de peces y otros.
Piñeyro dijo que su trabajo es en el campo y no se puede aislar de la realidad actual, por el riesgo de extinción de las abejas, reptiles, anfibios.
Antes era una terapia ir al campo, ahora los pobladores de la zona rural de todo el país deben esconderse de los aviones que fumigan plantaciones con productos altamente nocivos para la salud, viendo además la perspectiva que se está generando con la perdida de especies muy benignas sobre todo muy importantes en las cadenas tróficas, al no estar esas especies, afectadas como por ejemplo las abejas melíferas por este sistema productivo, queda claro que lo único que sobrevivirá es el sistema de producción actual.
Productores utilizan el doble de insecticidas
Esas especies que están desapareciendo generan la proliferación de otras especies que no son tan benignas y que se transforman en plagas, se forma un ciclo muy peligroso, cada vez hay más plagas que afectan los cultivos, los productores utilizan el doble de agrotóxicos que deben usar y la mayoría de los plantíos se fumigan en flor, a partir de ahí los insectos no tienen escapatoria, no hay control, tampoco una organización amigable con el medio ambiente del cual dependemos todos.
Luego de estudiar los casos, los técnicos presentaron herramientas para detectar elementos anómalos en las abejas, en el entorno donde aparecieron muertas, se trata de un microscopio electrónico que permite detectar la composición química de cada objeto.
Luego de muchos análisis se pudo ver que se presentaban tres elementos, fosforo, cloro y azufre que son los elementos del compuesto clorpirifos.
La Dra. dijo que el gobierno debe generar algún plan de protección a estas actividades que también son productivas, ya que es un tipo de producción que nos beneficia a los seres humanos.
Cuando el productor aplica un fungicida, el sistema inmunológico de las abejas decae de una manera estrepitosa, a partir de ahí estarán más susceptibles a diferentes enfermedades, después las abejas son sometidas a la fumigación de insecticidas, al estar debilitadas no tendrán como salvarse.