sábado 20 de abril, 2024
  • 8 am

Sindicato con dignidad

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Hace unos días, el PIT CNT suspendió al sindicato policial de Montevideo hasta un próximo congreso. La decisión fue tomada por la Mesa Representativa a iniciativa del representante de Adeom que actuó sin el aval de su sindicato, por 14 votos a favor y 13 en contra. El motivo de esta dura decisión fue porque, a juicio de la central, la policía forma parte del aparato represor del Estado, y por haber participado en presuntos casos de abuso policial, mencionándose los problemas de la Plaza Seregni en noviembre del año pasado. Recordemos además que el sindicato policial manifestó su posición de no adherirse a la campaña pro-referendo contra la LUC.
La presidente del sindicato policial, Patricia Rodríguez, señaló que el sindicato policial se transformó en el primer sindicato echado por defender a sus compañeros, agregando a modo de posibilidad, una eventual decisión de que el sindicato policial resolviera retirarse del PIT CNT. Recordó que por los hechos denunciados no se comprobó que hubiera represión policial, sin perjuicio –esto va por mi cuenta- de que el llamado a sala del Ministro del Interior tramitado por el Frente Amplio, quedó sin efecto luego de que dicha Coalición conociera los videos de lo que realmente había ocurrido en la Plaza Seregni.
El pasado lunes, el Pit Cnt levantó la suspensión al sindicato policial, con una decisión que tuvo 32 votos a favor, 16 en contra y 6 abstenciones.
Hasta aquí, en forma muy sintética, los hechos que me conducen al siguiente análisis.
Tomemos en consideración, por un lado que estamos en un régimen democrático. Por otro lado, tengamos presente que los propios Estatutos del Pit Cnt, prescriben la más amplia democracia sindical para todos sus integrantes, el respeto a las convicciones ideológicas, políticas y religiosas de sus afiliados o de las organizaciones sindicales integradas, y aseguran el derecho a la crítica y autocrítica (art. 2º literal c). En ese marco, la decisión tomada, en la forma y en el fondo, fue improcedente. Decidir la suspensión de un sindicato afiliado, no es algo menor, y merecía, por lo mismo, reconocer y sostener la garantía del derecho de defensa.
¿Por qué? Porque detrás de todo esto, y teniendo en cuenta la importante votación que se dio en contra de la suspensión del sindicato policial (16 en 32 es un 50% en contra), está claro que este sindicato molesta, sufre permanentemente el cuestionamiento de muchos sindicatos afiliados que incluso lo han manifestado en forma pública, y en definitiva no se adhieren a la ideología de la izquierda marxista que es la que domina en la central. ¡Ahí está la madre del borrego!
Entonces yo pregunto: ahora que la central sindical levantó la suspensión al sindicato policía por una estrecha mayoría, ¿qué hará este sindicato?
La lógica indica, en base a elementales principios éticos a los que jamás se debe renunciar, que “hay que irse de donde no nos quieren”, porque eso es una regla de principio. Fueron ninguneados una y mil veces, fueron agraviados públicamente, fueron ofendidos públicamente con una suspensión cuya causa fue nada menos que “integrar el aparato represor del Estado” y por participar en actos de “abuso policial” que nadie probó ni la Justicia dictaminó. Y si eventualmente alguna vez lo hace, el culpable será el o los policías que se individualicen, pero jamás el sindicato como institución.
Los sindicatos, como cualquier grupo humano, deben tener dignidad, es decir, la cualidad del que se hace valer como persona o institución, se comporta con responsabilidad, seriedad y con respeto hacia sí mismo y hacia los demás y no deja que lo humillen ni degraden. Existen entonces razones más que suficientes para que el sindicato policial se retire del Pit Cnt. Incluso por aquel sabio refrán: más vale solo que mal acompañado.