jueves 18 de abril, 2024
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Baltasar Brum, libertad o muerte

Juan Carlos Ambrosoni
Por

Juan Carlos Ambrosoni

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Por Juan Carlos Ambrosoni
Corría el 31 de marzo de 1933 cuando Gabriel Terra con apoyo del ejército, policía y sectores políticos disolvió el Parlamento, ejecutando un golpe de Estado, en que ineludiblemente los antagonistas de ese desgraciado plan despótico le marcaron resistencia, por lo que ordenó el inmediato arresto de sus opositores, en particular el de Baltasar Brum, líder Batllista e intransigente defensor de las libertades. El protagonista esperaba armado en su residencia en la calle Río Branco a que llegaran los agentes que vendrían a detenerlo y llevárselo, estaba acompañado de un limitado grupo de allegados que intentaban persuadirlo a no resistir o efectuar acciones que lamentar y les dijo “esta dictadura fascista que hoy se alza durará 20 años, con mi muerte quizás logre reducirla a 5”, predicción que resultó verdadera. Llegaron los enviados por el flamante dictador a llevárselo, al verlos arrimar avanzó unos pasos hacia la vía pública, donde a camisa abierta al pecho y revolver en meno expresó lo que su corazón y principios no podían callar: “Viva Batlle. Viva la Libertad”. Se auto disparó, muriendo casi instantáneamente frente al pequeño cúmulo de personas que fueron testigos de un hecho tan impactante como noble. Aquel hombre no solo defendió la autonomía del pueblo Oriental, fue un paso más allá y dio la vida por ella.
Este es el fin de un acontecimiento famoso de la historia del país y el desenlace de la vida de uno de los grandes políticos que vio la patria. Un acto tan triste como heroico, que solo alguien de tal representación pudo perpetuar en la retina de la nación. Fue además un hombre con destacadísima actuación en filas coloradas, acompañada de una gran capacidad y trabajo que lo llevaron a ser ministro en varias ocasiones y luego a asumir la primera magistratura al ser electo en 1918 presidente de los uruguayos, siendo una figura destacada de la modernización de principios del siglo XX. Batllista por excelencia, le dedicó sus tiempos a la causa republicana y a emprender por un mejor Uruguay con más e iguales oportunidades para todos.
Es difícil tomar dimensión de tal hecho en los días que corren, donde la democracia está consolidada en nuestra rutina sin que haya presencia de los detestables oportunistas merodeando en la vida pública con afán de hacerse del poder ilegítimo. Escenarios como aquel hoy son distópicos, casi que Orwellianos, por lo que no se nos cruza por la cabeza imaginarnos a un ex presidente bregando a una dictadura, entregándose convencidamente de tal forma con tal de que las instituciones sigan latiendo. Es por ello que es de destacar su coraje, quien defendió por todos y per se los exánimes derechos y garantías de los ciudadanos hasta en sus últimas palabras. La historia juzga a sus personajes, a unos sentencia por sus cobardías y a otros idolatra y recuerda por sus gallardías. Baltasar Brum fue, es y será homenajeado al culminar cada marzo, porque así lo merece como cada persona que lucha por el bienestar de su tierra.
«Se escribió con sangre una de las páginas más célebres de la República»