viernes 19 de abril, 2024
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A 39 años de la guerra de Malvinas, Saúl Pérez veterano de guerra, cuenta la historia vivida

Por Andrés Torterola.
Los diarios de la época narraban de esta manera el comienzo de la guerra “La mecha del conflicto se encendió el 2 de abril de 1982, cuando la junta militar que gobernaba Argentina anunció que había recuperado la soberanía sobre las Islas Malvinas (Falklands), a unos 500 kilómetros del territorio continental argentino, y las más lejanas islas Georgias y Sandwich del Sur”. En Puerto Argentino (Puerto Stanley, para los británicos), en la Isla Soledad (oeste del archipiélago de Malvinas), desembarcaron 5.000 efectivos de las Fuerzas Armadas argentinas.
“ÉRAMOS MUY JÓVENES”
CAMBIO entrevistó al veterano de guerra Saúl Pérez quién dijo que personalmente nunca había ido a las Islas Malvinas, tampoco sus compañeros, sí sabían su ubicación, pero no tenían idea de la temperatura, ni que hacía tanto frío en esa parte del territorio. “Desde un primer momento mi familia quedó muy preocupada, todos teníamos entre 18 y 19 años, había mucho miedo porque el gobierno militar de Argentina de ese momento accedió al poder luego de un golpe de estado, era conocido por la desaparición de personas y una política de miedo, la familia al no saber que íbamos a Malvinas quedó sumamente preocupada.”
TOMÁBAMOS AGUA DEL CHARCO
Pérez aseguró que la moral de los combatientes era alta, cuando escucharon la primera bomba se dieron cuenta que efectivamente ya habían entrado en acciones de combate, en un conflicto directo, en una guerra, la primera actitud fue tratar de ayudarse, contenerse, acompañarse mutuamente, teniendo una misión de esperanza y fe en que el conflicto tuviera un raciocinio para un cese de fuego. Lamentablemente no fue así, tuvieron que sufrir la muerte de 649 soldados argentinos en el conflicto propiamente dicho.
ESPÍRITU SIEMPRE ARRIBA
“Mantuvimos el ánimo arriba teniendo en cuenta que a medida que iban pasando los días, era más complicado poder adquirir algún tipo de alimentos, o líquidos calientes, no teníamos agua potable, tomábamos agua del charco. Todo eso en cierta medida fue mellando el ánimo, pero el espíritu siempre estuvo muy arriba”. Saúl Pérez recordó que en esa época el mundo vivía una bipolarización entre el bloque comunista liderado por la Unión Soviética y el capitalista liderado por los Estados Unidos, y que persistió hasta la caída del muro de Berlín en 1989. Hoy la situación ha cambiado sobre todo la geopolítica de los países y todo es diferente. “Los veteranos de guerra no tenemos duda, en su gran mayoría volveríamos a defender el territorio de Malvinas, por eso se sigue levantando la bandera de la soberanía y los reclamos a lo largo de estos 39 años de finalizado el conflicto”.
MÁS MUERTOS EN SUELO ARGENTINO
Sobre la situación psicológica de los veteranos de guerra Pérez dijo, ningún combatiente que haya retornado de un conflicto está a salvo del estrés traumático que en algunos casos se manifiesta a través de la depresión. Todos los combatientes en su mayor o menor medida quedaron marcados por siempre y para siempre, en los recuerdos o los sonidos, participar en una guerra cambia a cualquier ser humano. Lamentablemente a lo largo de muchos años, la situación psicológica de los veteranos de guerra no fue atendido como debería y eso ocasionó que en el territorio argentino haya más muertos en postguerra que por la guerra misma, muchos ex combatientes se suicidaron.