jueves 25 de abril, 2024
  • 8 am

Después del trauma

Gisela Caram
Por

Gisela Caram

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*Ps. Gisela Caram*
Después de un suceso que nos conmueve mucho o un acontecimiento, donde visualizamos que hay un antes y un después, todos necesitamos recuperarnos, estabilizarnos, y retomar nuestras vidas, aunque ya no sean las mismas.
¿Qué es un trauma? Toda situación donde alguien se siente indefenso, vulnerado, frente a situaciones de violencia, abuso, malos tratos, etc., en forma reiterada.
Como la mayoría de los traumas son interpersonales, es difícil cuando lo notamos, pedir ayuda y confiar en otro. Pues quien nos dañó es “otro”.
La inseguridad y la desconfianza son aliados de los traumas.
Al igual que en un accidente de tránsito, cada persona a bordo, puede tener en el mismo accidente, diferentes traumatismos físicos y psíquicos. Cada uno saldrá más o menos dañado y la recuperación de cada uno, dependerá de cuánto haya sido afectado por el siniestro.
Cuando ocurre algo perturbador, muchas veces lo mandamos a algún plano de nuestra mente, nos defendemos como podemos, y en algún momento puede resurgir.
He visto como las personas piensan que los niños cuando transitan una situación dolorosa, no se dan cuenta, o no hablan y, si lo hacen, rápidamente pasan a otra cosa, y todos creen que está borrado u olvidado. O que no es significativo para ellos, porque no demuestran aflicción.
Y no es así.
Los sucesos traumáticos se esconden, no se pueden hablar fácilmente.
Y de cómo se resuelva esto, dependerá mucho la vida emocional y relacional de la persona afectada.
El concepto de “Resiliencia”, nos explica, como las personas logran adaptarse e iniciar un nuevo desarrollo después de las desgracias, las situaciones de estrés y adversidad. Uno de los factores que ayudan mucho a salir de estas situaciones, es el juego y las actividades recreativas. Algunas personas salen ilesas, otras no.
Voy a ilustrar con la película “Camino a casa”, que cuenta la historia verdadera de un niño perdido en India, con tan solo 5 años. Luego de muchos avatares, es adoptado por una pareja de australianos, quienes además de este niño, adoptan otro chico.
El niño hindú, logra superar sus pérdidas, re aprender y aprovechar las oportunidades que le presenta la vida, con estos nuevos padres. El otro no.
Ambos transitaron muchas situaciones traumáticas, pero uno pudo salir adelante y terminó de sanar, cuando logra armar el puzle de su historia de pérdidas. Volver a su pueblo en India, reencontrarse con su familia y recomponer su pasado para sanar.
No siempre es posible sanar de esta forma, pero hay otras y siempre ligadas al rearmado de lo sucedido.
En el caso de los niños, a través del juego, se ponen palabras a las emociones, y de eso se trata la sanación, de poder ir poniendo la palabra “correcta”, para cada persona, a sus sensaciones y emociones.
Esto sería, por ejemplo, alguien que perdió un ser querido inesperadamente, y no puede hablar de ello, al pasar por un lugar significativo puede sentir malestar, ansiedad, angustia, dolor, hasta que no logre hacer “coincidir”, es decir, “encuentre” la palabra que le genera la situación, no sentirá el alivio que necesita.
“Tomar consciencia de las experiencias en mi interior y emparejarlas con la palabra que la identifica.”
Este camino largo de curación de los dolores del alma, tiene varias etapas, hay que ir armando el puzle, juntando las piezas, ordenando, integrando la figura que va apareciendo y luego cerrando la figura, de manera de soldar cada pieza y poder dejar ir.
Cada persona que sienta que transitó un trauma repetitivo, puede sanar, con el abordaje terapéutico que corresponda, de la forma que sienta y pueda, pero buscando siempre, superarlo y consolidarlo.
*Especialista en Vínculos