Una buena iniciativa

Dr. Fulvio Gutiérrez
En la Ley de Presupuesto Nacional 2020-2024 No. 19.924, se incluyó un artículo que estimamos muy importante que fue votado por unanimidad, y que pretende incorporar en el programa de Enseñanza Secundaria una materia sobre Educación Rural, con la finalidad de despertar la conciencia agropecuaria y combatir los prejuicios que hoy por hoy existen contra los productores agropecuarios.
En el proyecto, trabajó principalmente el Senador del Partido Nacional Sebastián Da Silva que fue su promotor, contando en forma inmediata con el apoyo de la Senadora del Frente Amplio, Lucía Topolanski, del Senador Guido Manini Ríos, de Cabildo Abierto y del Senador Pablo Lanz, del Partido Colorado.
Con esa idea de enseñar la verdadera realidad de la actividad rural en los campos uruguayos, se pretende hacer conocer lo que la realidad indica, que es que actualmente hay un 65% de productores que solo pueden ser calificados como “pequeños productores”, y de ese porcentaje, más de la mitad tienen ingresos insuficientes para completar la canasta familiar básica. Con lo cual, la tan mentada oligarquía agropecuaria y la existencia de grandes terratenientes –que los hay- no puede ser utilizada con una generalidad indiscriminada que sin duda alguna no representa a la mayoría de los productores agropecuarios.
La juventud uruguaya debe saber que es lo que se produce en el Uruguay agropecuario; cual es la calidad de esa producción; el grado de excelencia alcanzado por nuestros productos lácteos y el arroz uruguayo, reconocidos en el mundo entero; a qué países se exportan esos productos; y la excelencia que tienen en la calidad las carnes uruguayas.
La ley le encomienda al Ministerio de Educación y Cultura, a través de la Dirección Nacional de Educación, realizar los estudios de factibilidad y conveniencia para la producción de lo que ha dado en llamarse la ruralidad en el sistema educativo. La idea es buena.
No obstante ello, pensamos que nadie puede dudar de que la enseñanza de actividades rurales en el Uruguay, está implantada desde hace muchísimos años, fundamentalmente a través de la Facultad de Agronomía de la UDELAR, y de la Universidad del Trabajo del Uruguay (Consejo de Educación Técnico-Profesional), a través de sus Escuelas Agrarias y Escuelas de Lechería.
Entonces, más allá de que apoyamos la iniciativa prevista en la Ley de Presupuesto Nacional, parece de una lógica elemental que cuando el Ministerio de Educación y Cultura se aboque a instrumentar lo que la ley le encomendó, tenga muy en cuenta los diversos cursos de producción agropecuaria ya existentes en el Uruguay, a los efectos de no repetir esfuerzos por un lado, y coordinar –por otro- todos los cursos vinculados a esa temática.