jueves 28 de marzo, 2024
  • 8 am

Ricardo Bermúdez: ‘Pimienta’, el cigarro en el hocico y a la comisaría

«Al término del partido en Mercedes (tercera final del Litoral de 1989 con Salto contra Colonia), se arma un lío con el ‘Indio’ Gularte, que no se dejaba llevar por delante. Se metió el ‘Gringo’, que era todo un líder, el ‘Indio’ Torrens que metía para adelante, y más cuando entran policías a caballo y ‘Pimienta’ Fernández le pone un cigarro prendido a un caballo en la nariz, el caballo sale disparando para cualquier lado. Al final nos llevaron a todos para la comisaría más cercana, pero después los dirigentes nos fueron a buscar y nos vinimos rápido en el ómnibus para Salto sin bañarnos, así como estábamos».


«Salí de una familia
de grandes jugadores»

«Como se imaginan, salí de una familia de grandes jugadores, por eso desde que tuve uso de razón estuve muy cerca de una pelota, que no eran las pelotas livianas de ahora, antes se jugaba con lo que había o se podía; lo importante era jugar, en la vereda, la calle o un sitio baldío. Recuerdo cuando jugábamos en la placita al lado de la escuela 14, con 11 o 12 años, con otros gurises del barrio, jugaba descalzo y por plata. Me escapaba de casa, íbamos a mediodía y volvíamos de noche casi, con gente más grande que nosotros. Después tenía que volver escondido, que no me vieran mis abuelos sino me curtían a lazo por pasar mucho tiempo en la calle. Mis abuelos eran gente muy recta, Martín Bermúdez y María Rodríguez».


Los asados con los amigos, los exrivales y el Edi, «el que nunca cambió»

«Lo lindo que te deja el fútbol son los amigos, lo más grande, no te dejará plata pero sí momentos vividos. Hoy gracias a un amigo que me dejó el fútbol como el ‘Gringo’ Cavani, disfrutamos hasta la pandemia de los viernes de asados con amigos, como Roberto Alvez, ‘Pelado’ Mezza, incluso junto a rivales que enfrentamos en el Litoral, como Carlos Cabillón, el ‘Polo’ Dantaz, muchos exjugadores con los que picábamos algo y recordábamos viejos tiempos y anécdotas que no faltan».
«Allí conocí a alguien desde niño, desde sus comienzos en el fútbol profesional, un triunfador, como el ‘Edi’, un tipo que nunca cambió, además de ser un gran jugador, que ganó todo, sigue siendo el mismo de siempre, aquel que conocí cuando daba sus primeros pasos en el profesionalismo. Cuando él viene a Salto podemos disfrutar de una comida y una charla con ese fenómeno del fútbol mundial. Esas también son de las cosas importantes que logra una pelota».