Carlos Silva.
Edil, Partido Nacional.
Lamentablemente en los últimos años hemos visto con mucha tristeza y preocupación, como en distintas partes del mundo, especialmente donde hay regímenes populistas se ha cultivado la cultura de la grieta, la política de generar y marcar las diferencias entre la sociedad y así preparar un caldo de cultivo par a los estallidos sociales. Nuestro país no ha sido ajeno a esos intentos y han sucedido distintos impulsos por generar y ampliar esa grieta, pero por suerte una cultura de años de respeto ha logrado que esta idea no cale hondo en la sociedad.
Igualmente, luego de muchos años de gobiernos del Frente Amplio y con sectores más radicales que otros, se ha intentado llevar al Uruguay por ese camino, pero el cambio, aparentemente llegó a tiempo y ahora debemos revertir la situación. Hoy el Frente Amplio desde la oposición intenta una y otra vez fracturar la sociedad en que vivimos, intentando imponer su manera de ver la realidad y no lo que debería ser lógico, que es una sociedad que sea más justa, solidaria con los más desfavorecidos y que todos busquemos lo mejor para el Uruguay, sin importar de donde provenga la idea y respetando a los que piensan distinto.
Nosotros entendemos que este debe ser el camino y lo hemos dicho hasta el cansancio, lo hemos pregonado y lo hemos aplicado con hechos concretos. Por ejemplo, el hoy presidente Luis Lacalle Pou mientras fue oposición, fue claro ejemplo de este tipo de actitudes y a nivel departamental, la postura que siempre primo en Carlos Albisu, fue la de la mano tendida y dar la otra mejilla.
Este tipo de cualidades son las que nos deben guiar en la actividad política, buscando soluciones que estén por encima de las aspiraciones personales y tendiendo puentes para encontrar los puntos de unión y no las diferencias. Actitudes como las que viene llevando adelante la comisión de nomenclátor en la Junta Departamental son las que deben movilizarnos, en buscar acuerdos y no disidencias y es así que se viene realizando distintos reconocimientos a Salteños que se lo merecen y muchas calles están cambiando de nombre o asignándole uno a las que no lo tenían.
Un ejemplo recordado por muchos, donde Salto siempre estaba primero y luego quizás, las diferencias partidarias, fue la actitud que tuvieron los primeros diputados electos luego de la salida de la última dictadura militar. Hablo de los diputados, Jorge Andrade Ambrosoni, Raúl Cazaban y Edison Zunini, ejemplos ellos, de lo que debe ser la actitud frente a la adversidad, a la salida de la dictadura, proviniendo los tres de distintos partidos políticos, decidieron trabajar juntos por Salto y crearon lo que ellos dieron por llamar, “La bancada de Salto”.
Allí discutían los temas de interés común, allí cada uno aportaba su visión y propuestas que pudieran tener y lo primero que hacían era buscar los puntos de encuentro, buscar las oportunidades que les fueran útiles a todos los Salteños sin importar las cuestiones electorales. Luchar por el desarrollo del departamento y de su gente, según nos cuentan esa era la actitud que predominaba en ese periodo parlamentario y que nosotros aplaudimos y añoramos que algún día, pueda volver a darse.
Esta es la actitud que nosotros queremos promover, ese es el camino que entendemos, hay que tomar y ésta, es la única manera de sacar al departamento adelante. Creemos que estos ejemplos hay que recordarlos y reivindicarlos y es por eso, que vamos a presentar en la Junta Departamental, que tres calles de la ciudad lleven sus nombres, como ejemplo de la actitud que hay que tener en la política y que así todos, podamos tomar ejemplo para poder poner nuevamente a Salto de pie.
