jueves 25 de abril, 2024
  • 8 am

¿El inicio de una campaña sucia?

Juan Carlos Ambrosoni
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Juan Carlos Ambrosoni

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Por Juan Carlos Ambrosoni
Estas líneas se escriben un miércoles 7 de julio a primera hora, último día para que los impulsores de la campaña pro referéndum lleguen a su cometido de recolectar los 700.000 autógrafos de compatriotas. Este jueves por la mañana se entregaran a la Corte Electoral todas las papeletas recolectadas y comenzará el conteo para corroborar si efectivamente, un 25% del padrón, habilitó la eventual instancia por medio de su firma. Según Marcelo Abdala, vicepresidente de la intersocial, informa que en esta última jornada faltarían aproximadamente unas 13.000 adhesiones para lograr el objetivo, ¿llegarán?
Luego de muchos meses donde los números de firmas obtenidas no eran alentadores y parecían alejarse de su meta, a contrarreloj, la oposición pisó el acelerador y está al borde de su objetivo. Pudimos notar que la militancia del Frente Amplio y el PIT-CNT han redoblado sus esfuerzos este último mes y principalmente la semana que corre. A raíz de esta fuerte movilización es que se formó y comenzó a verse en las radios, canales de televisión, redes sociales y todo tipo de medios de comunicación un debate generalizado en torno a la dicotomía de “Yo firmo” o “Yo no firmo”.
La iniciativa de este proyecto cívico, no tenga duda, es legítimamente democrático. Así lo prevé la Constitución de la República. Sin embargo, hubo preocupantes indicios no tan adeptos al régimen, se ha visto de ambos lados de las mencionadas posturas una campaña sucia y deslegitimadora contra el otro, arrojando a luz los valores democráticos que posee cada individuo con estas intenciones conspiradoras. Ejemplo de ello pudimos apreciar en las descaradas mentiras que circulaban sobre que la LUC, entre tantas barbaridades, se decía que se le quitaba la obligación a los padres de inscribir y mandar a sus niños a la escuela; o del otro lado de la moneda, que firmando ya se está inhabilitando la mencionada ley en cuestión.
En cuestión de semanas, cuando la Corte Electoral dictamine si hay referéndum -o no-, es que se podría dar paso a un escenario en el que el oficialismo tendrá que sacar a la calle a sus militantes para defender la Ley de Urgente Consideración para que esta siga rigiendo. Por lo que el gobierno de coalición y la oposición estarían estos meses hasta culminar el año en un mano a mano por reivindicar su aprobación y legitimidad ciudadana. Pero, ¿otra vez tendremos que estar sometidos como sociedad a una campaña de mentiras? Será la responsabilidad del sistema político y sus actores en no provocar que los uruguayos caigamos en una grieta generalizada y en la desinformación, ya que esto es impropio de nuestra cultura democrática. Establecer y promulgar desde ambas posiciones una militancia pacífica donde también prime la honestidad de argumentos es de vital trascendencia para que el pueblo decida sobre una u otra visión sin que esta sea trastornada por falacias que se desplieguen con ese fin, ya que si se opta por lo contrario, el perjudicado será únicamente el ciudadano.
A la expectativa estaremos de lo que suceda, mientras tanto, comprometámonos a no de construir.