Por Gustavo Chiriff
Téc. Univ. Gustavo Chiriff / 1001- Frente Amplio
Este miércoles 1 de setiembre comenzó la primera etapa de lo que se denomina la apertura de fronteras, donde pueden ingresar propietarios de inmuebles ubicados en Uruguay, junto a familiares de primer y segundo grado de consanguinidad.
Según la Dirección Nacional del Registro de Propiedad existen unos 90.000 argentinos con propiedades en Uruguay, donde entre 30.000 y 40.000 están en Maldonado, el resto en Colonia, Canelones y Rocha.
Este es el primer punto a considerar, en cuanto esta apertura de fronteras tendrá beneficios a estos departamentos de franja costera, los que verán incrementar el turismo y sobre todo el movimiento que conlleva radicarse estos 90.000 argentinos nuevamente en Uruguay; compras, servicios que se contratan, transacciones que se realizan, etc. Esto es lo que se producirá en el sur, pero muy distinto será la realidad al norte del paisito.
En marzo de 2020, el cierre de fronteras impidió a los uruguayos cruzar a las localidades argentinas y esto benefició al comercio local de los departamentos litoraleños, que aumentó sus ventas entre un 28 y un 35%, dependiendo los productos y la zona. Otro efecto fue en el comercio informal que se nutría de mercadería argentina (más conocido como bagayeros), lo que obligó a una mayoría a comprar en distribuidores locales y nacionales. Otro de los beneficiarios en este cierre de fronteras fueron las grandes superficies comerciales y las estaciones de servicios.
Capítulo aparte fue el sector turístico, que sufrió el impacto de fronteras en menor medida que la propia pandemia, que llevo a que miles de uruguayos no viajaran al destino termas, un destino que un poco más del 90 % es de turismo interno, con fuerte presencia de turistas de Montevideo y zona metropolitana.
Desde que se cerró las fronteras hasta ahora, el tipo de cambio real bilateral (que combina dólar e inflación en ambos países) acumula una caída 34 %, según el diario Ámbito Financiero. Es decir, en este periodo Uruguay se encareció frente a Argentina en ese porcentaje. Por ejemplo, en alimentos la diferencia de precios es del 46 %, en vivienda del 47 %, en ropa 23 %, en Combustibles el 36 %, en entretenimientos un 30 %, en alojamientos turísticos un 38 %, teniendo un promedio de 43 % en general más barato el costo de vida de Argentina respecto a Uruguay.
La realidad indica que el impacto para los departamentos del litoral, la apertura de frontera tendrá efectos negativos en la economía departamental, golpeando fuertemente al comercio y enlenteciendo la recuperación del sector turístico, que competirá en condiciones desfavorables con los precios del litoral termal argentino.
