sábado 20 de abril, 2024
  • 8 am

ES LA HORA DE LAS REFORMAS

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por el Esc.
Gustavo Varela.
Estos últimos días, ha dado mucho que hablar en las redes sociales, foro moderno de debates ideológicos, y de los estúpidos también, la decisión de la Presidencia de la República, de no aumentar los combustibles, de acuerdo a los precios de paridad de importación, que es como se fijan en la actualidad.
Indudablemente que la decisión asumida por el Ejecutivo Nacional, llega como ingrediente de esa gran ensalada que es la discusión, en el marco del referéndum que tendremos el año que viene, con referencia a la LUC.
Obviamente que la discusión por el precio de los combustibles, con toda seguridad va a ser una de las piedras en el zapato de la gestión gubernamental, pues la oposición no va a perder la oportunidad de utilizar tamaño tema, pero, aprovechando la situación, pienso que es el gran momento del gobierno, de reflotar la idea de la desmonopolización de ANCAP, al que no se pudo llegar porque los socios de la coalición, Partido Colorado (una fracción) y Cabildo Abierto, se opusieron a avanzar sobre el mismo.
Entre 2015 y 2019, los consumidores tuvieron (tuvimos) que pagar U$S.1.500.000 de sobreprecio por sobre el Precio de Importación si hubiésemos importado el combustible.
Desde que asumió el actual gobierno y decidió que el precio se formaría por el precio de importación más los costos de distribución y un factor llamado X (costos varios) el petróleo no dejó de subir. De U$S.40 subió a los actuales 80 y pico, y los sobreprecios que pagan los consumidores por el famoso X, llega a U$S.500.000.
Ni unos, ni otros acertaron, por diversas causas en adoptar políticas que favorezcan la competitividad del País.
Veamos algunos números.
El sector productivo del País, o sea de lo que vive todo el Uruguay, está pagando los combustibles, en comparación con los productores de los países vecinos entre un 20 al 40% más caros, con lo que es fácil deducir que sus productos difícilmente compitan en precios.
Si la producción es escasa, así será también el trabajo.
Sólo de venta de naftas en los departamentos limítrofes a Argentina y Brasil, se fueron por la frontera, U$S.40.000.000.
El arroz, ha perdido un área de casi 50.000 hectáreas como consecuencia de los costos de producción, que se podrían recuperar en caso de ponerles gasoil con un precio acorde, en sus chacras, y eso repercutiría en más puestos de trabajo.
Todos los sectores agrícolas ganaderos tienen una absoluta dependencia de los costos de los combustibles, como así también el sector transporte, pues sin ese servicio, la producción no se puede mover.
El comercio ciudadano, permanentemente está haciendo uso de los servicios logísticos, que obviamente se mueven por obra y gracia del combustible. La distribución de bienes en el país es permanente.
O sea que sería sumamente efectivo que se dejara competir en la venta de combustible, pues además ya tenemos experiencia que a pesar de ser muy criticada (la competencia), ha logrado bajar algunos precios.
La competencia en la telefonía celular, los seguros, el puerto, son claros ejemplos de que benefician al bolsillo de los consumidores.
Pero además también por la razón del artillero: el monopolio de ANCAP tiende a dejar de existir dado que, entre otras cosas, tiene una “inmensa bomba en su manos” para los próximos años, que implica la aparición de nuevas fuentes de energías.
Los motores eléctricos están ya entre nosotros.
Por todos estos argumentos, creo que llegó el momento de estudiar y proponerle a la ciudadanía, una reforma de la empresa estatal de combustibles, donde se plantee abrir la competencia en el área de venta de los combustibles, pues el país se desarrolla si produce para vender al exterior. No existe otra receta.
Olesker, el economista de izquierda que hizo ganar las elecciones a Jorge Batlle, acaba de declarar que «Cualquier tratado de libre comercio (con China) solo favorece al núcleo duro exportador y desfavorece a la mayoría de la gente, no hay lugar a dudas!!!»
Bueno sería que nos explicara si no producimos y exportamos, como le llega el dinero a los bolsillos de la gente.
Basta pensar que a los monopolios, ellos no pudieron hacer ganar dinero, por el contrario, dejaron clavos ardiendo en Casinos en Montevideo, la gestión desastrosa de Sendic.
No será la hora de empezar con las reformas que precisa el país?