viernes 19 de abril, 2024
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Analía Camiletti, una tanguera rosarina que dejó en Salto su impronta feminista

Por Karina De Mattos.
Analía Camilletti es música rosarina, el pasado sábado se presentó en Salto, en la Asociación de músicos y afines de Salto (Asdemya), junto a su pareja el músico local Fabricio “Punky” Breventano. Se presentó un nuevo trabajo de este dueto que ensambla mucho más que cuerdas. «Linya» es el nombre del trabajo discográfico de muy buen nivel y que en alguna canción ya ha sido premiado a nivel del vecino país.
Dialogamos con Analía Camilletti y recorrimos un poco de su historia:
¿Qué significa la visita a Salto con tus canciones?
“Es conmovedor venir a Salto porque es la tierra de donde es la familia de mi compañero con quien estamos construyendo una familia. En ese contexto, todas estas canciones, a mi me dan confianza, siento que más allá de que vengo de Rosario, Argentina, que es muy vanguardia en lo que es feminismo. Y una ciudad pequeña de interior de Uruguay no tiene ese mismo ritmo, pero siento un buen recibimiento, incluso los varones que aunque sea están en silencio escuchando. Me da mucha alegría estar en Salto”.
¿Cómo se hace para mezclar el tango y el feminismo?
“Yo soy tanguera desde muy joven, toco violín porque empecé a escuchar tango desde los 13 años. Es una música que me encanta, la escuché primero instrumental, después orquesta, después conocí a los poetas y las poetisas, que son muchas menos. Y el feminismo me atraviesa, entonces es medio inevitable para mí hacer tango feminista. Tiene que ver con lo que soy como persona en estos 39 años porque soy tanguera desde los 13 años, lo bailo y toco desde los 25 años, y soy feminista desde los 28 años.”
¿Cómo se ensambla guitarra, violín y tambores?
“La guitarra y los tambores es la parte que trae el Punky a este dúo, el tango está muy emparentado con el candombe. Yo vengo de una formación académica y mi paso por el tango fue en la orquesta, porque toqué en Rosario en orquesta típica, orquesta escuela, orquesta autogestiva, orquesta de formación, diferentes formatos de orquesta típica, que tiene una formación particular. Cuatro violines, cuatro bandoneones, piano, contrabajo y cantante. Lo que para mí es novedoso de este dúo es que el violín empieza a estar en lugares en los que no está siempre, y tiene que ver con el lugar de la orquesta, a veces cantamos los violines y a veces somos maquina de ritmo y hacemos lo que hace el tambor. Entonces esa fusión del violín funcionando como en la orquesta pero en un dúo es lo que es novedoso para mí. Lo que hay que decir sobre este ensamble es que somos muy autodidactas, porque no es lo mismo donde toca la guitarra a la hora de ensamblar con otra guitarra, con un bandoneón que con un violín, el violín para ensamblar con una voz o con una guitarra no puede tocar donde siempre toca. Porque el violín toca todo agudo, con una voz lo tapo, entonces hay que ir a un registro más grave que no se suele usar mucho. Entonces el ensamble en este dúo tiene que ver con la investigación”. Para finalizar la entrevista Analía dejó a los y las salteñas un agradecimiento: “Estoy muy agradecida de estar en esta ciudad, que me han recibido muy bien todas las veces que he venido .