martes 23 de abril, 2024
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Otra vez el Antel Arena

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
En el año 2018, el entonces Senador Pablo Mieres interpeló a la entonces Ministro de Industria, Energía y Minería Carolina Cosse, con el claro objetivo de conocer los procedimientos jurídicos, económicos y financieros de la construcción del Antel Arena. El resultado de la interpelación no fue bueno. El directorio de Antel cuando fue presidido por la Ing. Cosse (entre mayo de 2010 y febrero de 2015), había declarado que sus resoluciones sobre el tema tenían el carácter de reservado por diez años, y por lo tanto no se podían hacer públicas. Cuando asumió el actual gobierno, y se integró el directorio de Antel, se tomó conocimiento de una serie de procedimientos que violaban expresas normas constitucionales, legales y reglamentarias, así como los principios de transparencia y publicidad del accionar de Antel en este asunto. Eran hechos nuevos y por esa calidad, se entendió que ameritaba un llamado a Sala conforme al art. 119 de la Constitución, del Ministro de Industria, Energía y Minería y del Presidente de Antel. Entonces el Ing. Omar Paganini, acompañado por el Ing. Gabriel Gurméndez, informaron en forma completa y sin secretos, de todo lo relacionado a la construcción del Antel Arena.
¿Cuáles son los “hechos nuevos” que motivaron el nuevo llamado a sala?
1) El costo total del Antel Arena fue de U$S118.000.000, es decir, tres veces más de la suma de USS40.000.000 que la Ing. Cosse había dicho que iba a costar su construcción.
2) En mayo de 2019, y pese a que la información sobre estos hechos había sido declarada reservada, se la declaró reservada por diez años más. Era evidente la intención de que no se conocieran los detalles referidos a la construcción del Antel Arena.
3) El valor activo del Antel Arena, en el año 2019, fue tasado en U$S28.000.000, es decir, valía menos de la cuarta parte de lo que se había gastado en su construcción.
4) Se había dicho que el Antel Arena iba a dar una ganancia anual de U$S10.000.000, pero en 2019 (todavía no había pandemia), dio una pérdida de U$S1.700.000, y la auditoría de gestión identificó pérdidas por U$S3.700.000.
5) El Tribunal de Cuentas de la República había afirmado que la construcción del Antel Arena por parte de Antel violaba el art. 199 de la Constitución. La Ing. Cosse hizo caso omiso a dicho dictamen, porque sostuvo que tenía un informe jurídico del Instituto de Derecho Constitucional de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, que justificaba la constitucionalidad de la construcción de la obra. Eso no era cierto, porque dicho informe estaba firmado solo por el Prof. Alberto Pérez Pérez y fechado en Nueva York, no figuraba en las actas del Instituto ni había sido aprobado por el Consejo de la Facultad. Es decir, el “informe” era la opinión personal de un catedrático de notoria filiación frentista.
6) El informe de la JUTEP es lapidario: Antel violentó los principios de probidad, trasparencia, eficiencia y legalidad”, con “apartamiento a normas de rango constitucional, legal y reglamentario”, constatándose responsabilidades administrativas, sin perjuicio de las responsabilidades civiles o penales que se pudieran constatar.
7) Se constató la existencia de un convenio, por el que se establece que dentro de 27 años, el Antel Arena deja de pertenecer a Antel (que lo pagó) y pasa a ser propiedad de la Intendencia de Montevideo, circunstancia ésta de la cual no se tenía conocimiento.
8) El Senador Sergio Botana, presentó documentación de la cual surge que la Intendencia de Montevideo otorgó cuatro inmuebles para la construcción del Antel Arena, pero uno de ellos –Padrón No. 409.482- no es de su propiedad. Tampoco existe permiso de construcción, requisito éste que es imprescindible para iniciar cualquier construcción, pública o privada.
La gravedad de estos hechos nuevos, justificaba el nuevo llamado a sala. La mayoría del Senado, solicitó que las actas de ese llamado a sala, se agregaran a la denuncia penal que el Directorio de Antel había presentado en Fiscalía. Veremos qué pasa porque, como dijo Shakespeare en “Hamlet, “algo huele a podrido Dinamarca”.