viernes 19 de abril, 2024
  • 8 am

La furia de la izquierda radical

Gustavo Varela
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Gustavo Varela

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Por Gustavo Varela
La semana que está a punto de terminar nos viene trayendo mucha buena nueva, que, si bien pareciera que poco tiene que ver entre sí, está vinculado y es como consecuencia que los motores políticos electorales comienzan a prenderse, paulatinamente.
En columnas anteriores escribí que desde mi punto de vista la campaña que se viene por delante, con referencia al referéndum en contra de 135 artículos de la LUC, va a tener muy poco contenido con respecto al ataque o defensa de la misma, y por el contrario, todo va a girar y va a terminar siendo un apoyo o una desaprobación del gobierno nacional.
Cada día que pasa están presionando para que al gobierno le vaya mal, o por lo menos no tenga buenas noticias para dar.
Esta semana se dieron a conocer las cifras en cuanto a la pobreza y a la indigencia. Veamos los datos:
La pobreza bajó de 11,6 % a 10,4 %, lo que significa una reducción del 1,4 %, lo que se puede resumir en que hay en el primer semestre del año 50.000 personas pobres menos que el promedio del 2020.
Por grupo etario, donde más descendió la pobreza fue en los menores de 6 años, donde baja del 21,3 % al 16,1 %, record desde el año 2006.
En materia de desempleo las cifras del mes dan que el mismo descendió del 9,4 % de setiembre, al 8 % de octubre, 1,4 % menos de desempleados, lo que equivale a decir que más de 20.000 uruguayos consiguieron trabajo con relación al mes anterior. En términos promedio anual en 2021 se ha recuperado el 68 % del empleo perdido en 2020, esto es aproximadamente 40 mil puestos de trabajo de los 59 mil que se habían perdido.
De cada 4 personas que salieron del seguro de paro, 3 lo hicieron por retornar a los puestos de trabajo, lo que indica el dinamismo que trae la recuperación económica.
Con toda seguridad (porque nada es casual), estos datos motivaron la virulencia con que Fancap (el gremio de los trabajadores de ANCAP) se declaró en conflicto con la empresa, parando hasta la refinadora de la Teja, la que desde el golpe de estado de 1973 no lo hacía, porque dicen que no van a recibir la canasta de fin de año de pan dulce, turrones y almendras.
Piénsese por un momento que el gremio de la petrolera uruguaya con ésta medida, razona que las condiciones laborales y sociales hoy, son iguales o peores que las de la dictadura.
Demencial razonamiento, y encima provoca en la Refinadora daños económicos que paga el pueblo oriental que dicen defender.
El dirigente de Fenapes José Olivera, diciendo que el gobierno trata a los docentes como un gobierno fascista, a la vez que habla de recortes en la educación pero no da un solo número que sostenga tal relato.
Estas son las razones que nos están diciendo que el FA y el Pit-Cnt, han puesto bajo fuego al gobierno uruguayo, sin importarles en ver que los números que hoy exhibe el País, sociales, económicos y políticos, son números que pocos países a nivel mundial pueden exhibir, saliendo de la pandemia.
¿Son números que por sí mismo alcanzan?
No.
Pero son números que si los comparamos con el barrio cercano y lejano de Latinoamérica son excepcionales, y si los comparamos con los países desarrollados, no desentonan para nada.
En pocos días más van a aparecer los números de crecimiento del PBI, inversión, consumo, o sea de los motores de la economía, que van a ser muy promisorios para el momento, lo que hará, no tengan la más mínima duda, que la matraca, la virulencia, y el bochinchómetro de quienes no quieren que las cosas marchen bien, únicamente por el hecho de volver al poder, se escuche fuertemente.
Hasta el 27 de marzo, que es la fecha fijada para el referéndum, los vamos a escuchar y los vamos a sentir.
La gente es la que tiene la palabra.