viernes 29 de marzo, 2024
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Según estudios en psicología familiar la mayoría de los padres tienen un hijo favorito aunque lo nieguen

El favoritismo de los padres para con algunos de sus hijos es sin lugar a dudas un tema polémico en cada familia. Incluso, en redes sociales circulan memes relacionados a estas curiosas relaciones. Para comprender mejor este fenómeno, hay varios estudios que se han realizado con el fin de comprender las dinámicas y comportamientos familiares que llevan a los padres a sentirse más inclinados por el cariño y afecto de uno de sus hijos.
¿POR QUÉ HAY HIJOS FAVORITOS?
Según vínculos recíprocos entre crianza diferencial, parcialidad percibida y autoestima: un estudio longitudinal de tres ondas y un análisis realizado dan las bases para asegurar que hasta el 74 % de las madres y el 70 % de los padres muestran un trato preferencial hacia un niño. Partiendo de ese estudio, YouGov, una firma de análisis de datos, señaló que en el 2020 tan solo el 10% de los padres sí tenía un hijo favorito. Sin embargo, los expertos aseguran que la cifra puede ser más elevada, pues se trata de un tema ‘tabú’ del cual se habla poco o nada en las familias. El 43% de los padres con tres o más hijos prefieren al último hijo, un tercio elige al hijo del medio y solo el 19% se inclina por el mayor.
CUESTIÓN DE REFERENCIAS
El favoritismo hacia un niño pequeño tiene que ver con las habilidades sociales y emocionales basadas en la crianza, pues los padres y tienen más experiencia adquirida con los hijos mayores, por lo que tienen una mejor idea de cómo quieren guiar la educación. Los padres tienden a favorecer a un niño que se parece más a ellos, les recuerda a ellos mismos o representa lo que ven como un éxito de la crianza. Es más probable que los niños más pequeños hayan sido criados por un padre que, con el tiempo y la experiencia, tenga más confianza y habilidad en la crianza de sus hijos. Si bien la mayoría de los padres no suelen admitir las preferencias o afinidad con sus hijos, hay algunos que tienen una mentalidad diferente.
INDIGNACIÓN
Sin embargo, para los padres puede resultar abrumador el hecho de favorecer a alguno de sus hijos y generar conflictos entre ellos a futuro. Respecto a esto, los estudios aseguran que Los niños que crecen en familias donde sienten que son tratados injustamente pueden experimentar una profunda sensación de indignación. Pueden sentir que no son amados de alguna manera, o que no poseen los rasgos y características especiales necesarias para ser amados por los demás. Sentirse como la ‘oveja negra de la familia’ puede generar miedos e inseguridades: los niños pueden volverse auto-protectores y tratar de ser demasiado amables y agradables con los demás. Una experta asegura que hay dos extremos en cuanto a demostrar favoritismos, pues hay unos descaradamente obvios en su demostración de amor y afecto. Pero cuando los padres son atentos y reflexivos y hacen todo lo posible para asegurarse de que cualquier sentimiento de cercanía o simpatía no sea simple y claro, entonces los niños no se sienten indignos del amor y el apoyo de sus padres. (Fuente El País).