viernes 29 de marzo, 2024
  • 8 am

La patria no se politiza

Fulvio Gutiérrez
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Fulvio Gutiérrez

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Dr. Fulvio Gutiérrez
Cuando se conmemora una fecha patriótica, se está recordando un hecho histórico que refiere a parte de la formación de nuestra patria desde su nacimiento, pasando por hechos y actos en los cuales participaron prohombres de nuestra nacionalidad que le fueron dando su impronta característica, y que en definitiva hoy, son el necesario recuerdo para mantener la unidad del país. En esencia, fueron hechos y actos políticos, pero no partidarios, por la simple y sencilla razón de que cuando sucedieron, los partidos políticos no existían.
Estas reflexiones vienen a cuenta de que en el acto de festejos de la batalla de Las Piedras del pasado 18 de mayo, sus oradores, representantes del gobierno y de la oposición, desviaron sus discursos a los enfrentamientos partidarios de la actualidad, a hechos concretos de la vida política actual, que obviamente nada tienen que ver con un acontecimiento histórico que ocurrió allá por el año 1811. No puedo pensar que quienes hablaron no conocieran lo ocurrido en ese acto de guerra casi al comienzo de la Revolución Oriental. Por tanto, debo deducir que sabían lo que estaban diciendo, que tenían público, prensa, radios y televisión que iban a publicitar sus palabras y, por lo tanto, lo hicieron a propósito, conscientes del contenido y aprovechando la oportunidad que se les presentó.
Respetuosamente, para mí, fue un error triste e innecesario. Los actos patrióticos unen a los uruguayos; los actos partidarios los separan. Por tanto, es una contradicción politizar un acto patriótico. Es una muy mala costumbre que existe entre los políticos uruguayos desde que tengo uso de razón, y que curiosamente nunca vi, escuché o leí reflexión alguna sobre la procedencia o no de tales conductas. Quien conoce la historia de nuestro país, necesariamente deben saber que en mayo de 1811, Uruguay no existía. Recién comenzaba la revolución histórica encabezada por José Artigas. Los partidos políticos fundacionales de nuestro país nacieron en 1836, por lo menos sus colores, en la batalla de Carpintería. Por lo demás, la batalla de Las Piedras y su entorno, está lleno de sucesos históricos de enorme trascendencia. Y esos sucesos históricos tienen causas y consecuencias. Eso es lo que hay que analizar cada vez que festejamos un 18 de mayo. ¡Si habrá tiempo y lugar para ese análisis, y así entender como aquella Banda Oriental se iba a transformar, con el devenir del tiempo, en la República Oriental del Uruguay!
Entonces, ¿para qué mezclar aquellos hechos históricos, con la política actual, llena de odios, traiciones, venganzas y corruptelas de todo tipo y color? Lo importante es resaltar esos hechos históricos que dieron lugar a un proceso largo y complicado, tal vez todavía inconcluso en su análisis, que tuvo diferentes etapas y distintos protagonistas. Ese análisis serio, sereno, breve por las circunstancias en que se expresa, pero certero por el momento, debe ser siempre el objeto a mencionar en todo acto patriótico. El país necesita unión, mano tendida en forma sincera, respetando siempre el democrático principio que rodea a la discusión de ideas, y a los hechos históricos que unen a los uruguayos.
Sé que mis reflexiones van a caer en saco roto. No importa. Peor sería que teniendo el derecho y la oportunidad de decirlo, no lo dijera.