Por Carlos Silva
Desde que tenemos memoria recorremos los caminos del interior de nuestro departamento, primero acompañando a nuestro padre que por su profesión conocía cada uno de los rincones de Salto, luego nosotros elegimos la misma carrera, que nos hizo continuar recorriendo esos caminos y hoy día, la actividad política nos mantiene muy cerca de ellos y le hemos sumado el conocer cada pueblo de nuestro interior.
Por estas cosas, desde que estamos en política es que siempre estuvimos cerca de los reclamos de quienes viven en estas localidades, así como de los productores que viven y trabajan durante todo el año en nuestros campos.
Hoy vemos que muchos de esos reclamos se han visto contemplados desde el Gobierno Nacional. Hay más viviendas de MEVIR, se reabrieron destacamentos policiales, hay más ambulancias, enfermeros y médicos, llego la luz eléctrica a donde faltaba y la señal de celular, ya dejo de ser un problema en casi toda la campaña llevando conectividad.
Estos son avances que ayudan a que la gente siga eligiendo vivir en el campo, son cuestiones que en pleno siglo XXI tienen que estar al alcance de cada uno, para que todos podamos tener la misma oportunidad de desarrollarnos y poder seguir eligiendo donde vivir.
Pero para que todas estas cosas sigan haciendo la diferencia, necesitamos que se complemente con otra cosa que es clave en el desarrollo del interior profundo, la caminera rural y el apoyo del gobierno departamental. Hoy tenemos una Intendencia ausente en el interior, los municipios están solos, sin apoyo económico, al punto que tienen que usar fondos propios para cubrir lo que debería poner la Intendencia.
Hoy los Municipios de Salto se financian en un 100 % con recursos del Gobierno Nacional, gestionan estos recursos de la mejor manera que pueden, pero sigue faltando la ayuda departamental que les corresponde. La Intendencia cobra la contribución inmobiliaria en cada localidad y la rural a cada productor, pero casi nada les devuelve en obras. No podemos olvidar que este gobierno de Andrés Lima, le quito el beneficio de buen pagador a los productores, lo que incremento la recaudación en algo así como un millón de dólares más.
Las entradas a localidades más importantes están desechas, Constitución, Belén, Lavalleja. Los caminos rurales abandonados, con lugares intransitables realmente y vecinos y productores reclamando todos los días. La responsabilidad de la caminería rural es de la Intendencia, pero esta gestión ha querido trasladar esta tarea a los gobiernos municipales, pero sin brindarles nada.
Realmente la gestión de la Intendencia en el interior ha sido deficiente, no colabora en nada para que la gente siga eligiendo vivir en el campo, no le da las mismas oportunidades a todos los Salteños. Solo se acuerda del interior al momento de cobrar tasas e impuestos y solo se los ha aumentado. Desde aquí volvemos a reclamar por los que menos voz tienen y más oportunidades se les ha quitado, Intendente Lima, su deuda con el interior es gigante, son tan salteños como los de la ciudad, hágase cargo.
