jueves 18 de abril, 2024
  • 8 am

Relación médico-paciente

Colegio Médico del Uruguay
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Colegio Médico del Uruguay

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Dr. Daniel Machiavello
Colegio Médico del Uruguay. Consejo Regional Norte
La relación entre médicos y pacientes es cada vez más problemática. Como protagonistas en sistemas en constante crecimiento y complejidad, quienes ofrecen atención y quienes la buscan, con demasiada frecuencia se sienten alejados unos de otros.
El desarrollo tecnológico con todos sus logros indiscutibles llevo a una medicina más distante, con el creciente apoyo de sistemas informáticos y técnicas de diagnóstico cada vez más sofisticadas, que han mejorado el diagnóstico de muchas afecciones, pero con la pérdida del lado humano básico de la interacción entre seres humanos, donde muchas veces discutimos sobre exámenes alterados y no sobre la persona que sufre. El paciente también se siente a menudo cautivado por estas pruebas diagnosticas con toda su pomposidad y propaganda, aunque estas nunca son un sustituto de la práctica médica básica bien realizada. De hecho, hoy en día asistimos a un sobre-diagnóstico de afecciones basado en pruebas diagnósticas no totalmente concluyentes.
A los médicos se nos dice repetidamente lo arrogantes que parecemos, por lo cual debemos reflexionar sobre lo que está sucediendo con el lado humano de la atención que atrajo a tantos de nosotros a la medicina. Nuestros pacientes envían un mensaje claro a medida que más y más cuestionan la calidad de nuestra atención.
¿Cómo podemos acercarnos entonces a aquellos a quienes servimos?
Existen estrategias que se centran en las necesidades y preocupaciones de los pacientes que podrían ayudar a mantener y enriquecer la relación médico-paciente, de las que podemos enumerar algunas:
• Respetar los valores, las preferencias y las necesidades expresadas de los pacientes involucrándolos en su asistencia y en la toma de decisiones
• Mantener un trato humano centrado en la escucha empática, la cercanía, el contacto físico adecuado, el mirar a los ojos y sonreír
• Proporcionar en lo posible un ambiente acogedor y adecuado en la consulta donde se pueda mantener la privacidad adecuada en entornos físicos también humanizados
• Lograr una comunicación transparente entre el paciente y el médico con información precisa, oportuna y apropiada en un lenguaje comprensible y educando sobre las implicaciones a largo plazo de su enfermedad si las hubiese. Tratar de evitar, en la medida de lo posible, de todo tecnicismo o término desconocido que dificulte la comprensión
• Dar apoyo emocional y tratar de aliviar sus miedos y ansiedad
• Involucrar también la participación del núcleo familiar y conocer el universo del paciente en todas sus dimensiones
• Lograr una coordinación de la atención y la integración de los servicios dentro del entorno clínico
• Ajustar la transición y continuidad de un lugar de atención a otro para evitar una atención fragmentada
La medicina ha tenido un gran avance en estas últimas décadas, pero aún existen muchas afecciones con pronósticos muy adversos y de difícil tratamiento o ausencia de este. En esas condiciones la labor del médico se centra siempre en aliviar al paciente y mantenerse comprometido con su asistencia pese a todos los pronósticos adversos. En esas condiciones el trato humanizado y cercano se hace aún más imprescindible y el reconocimiento del paciente o de sus familiares es la recompensa más valiosa de nuestra profesión.