La Dirección General Impositiva (DGI) pretendía cobrar dos millones de pesos de Ferro Carril por el alquiler de 250 parcelas en el bagashopping ubicado en el predio del estadio Luis Merazzi, pero el Tribunal de lo Contencioso Administrativo lo eximió de este compromiso.
La DGI inspeccionó el club en el año 2014 y determinó que le correspondía tributar y abonar IVA e Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) por sus ingresos generados.
Según el fallo del tribunal las rentas no están gravadas por el IRAE y la DGI «forzó» su interpretación, no probando la existencia de un trabajo anexado a los alquileres para configurar como actividad empresarial como requiere el IRAE.