En entrevista con CAMBIO, la referente del Colectivo de Ollas y Merenderos de Salto -Rosalía Rodríguez- aportó información de cómo fue el trabajo realizado durante el año y cómo afectaron a las ollas y merenderos la situación fronteriza con Argentina, donde las compras se hicieron mayormente en el vecino país.
DE 400 PORCIONES NO SOBRA NADA
Rosalía Rodríguez cuenta con una olla y merendero en barrio Federico Moreira, en el cual notó en el transcurso del año que hubo aumento de comensales que llegaron de distintos barrios de Salto, como Quiroga, Malvasio, Luján, Don Atilio, Andresito 1, Andresito 2, Caballero, Arralde, Palomar, entre otros. “Muchas personas concurren con sus hijos, colaboran con los trabajos previos a cocinar, como pelar verdura, esperan la hora de comer y luego se retiran, en la olla salen unas 400 porciones, no queda nada, hemos hecho 30 kilos de fideo, y no sobra nada” destacó. Agregó que por motivo de las inundaciones, hubo personas autoevacuadas que concurrían a su olla y eso significó un aumento más de comensales.
SITUACIÓN FRONTERIZA
Por otro lado, expresó que ante los inconvenientes que presentaron los comercios durante el año, en cuanto a la baja en ventas debido a la situación fronteriza con Argentina, el Colectivo de Ollas y Merenderos sintió el impacto. Hubo muchos comercios que dejaron de colaborar o colaboraron menos paulatinamente, ya que las ventas no eran buenas y se hacía difícil colaborar, todo debido al tipo de cambio con la moneda argentina y el éxodo de uruguayos hacia el vecino país. Consultada por el apoyo de las instituciones, señaló que la Intendencia de Salto colabora un día por semana y eso da para hacer una olla de comida, MIDES nunca estuvo presente, y los demás días que hacen comida, buscan donaciones o ponen de su propio bolsillo. Añadió que siguen siendo alrededor de 20 ollas y merenderos en todo el departamento.
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