La inesperada goleada en contra sufrida en Río de Janeiro por la Libertadores, que ha dejado a Peñarol casi sin posibilidades de avanzar a la final del torneo continental, pone al técnico Diego Aguirre en la encrucijada de decidir si poner el máximo en la revancha ante Botafogo o apuntar decididamente a ganar el Campeonato Uruguayo.
Por un lado es buscar un milagro o, como dijo el técnico, intentar despedirse de la Copa de la mejor manera posible. Las entradas se agotaron antes de jugar la ida, por lo tanto es una buena opción.
La otra es pensar que hay partidos por ganar a partir de unos días después. Nacional le dio una gran mano al perder en la última fecha del Clausura ante Rampla y quedar a cinco unidades en la Tabla Anual. Pero Peñarol también puede ganar el Clausura y sacara su clásico rival de toda chance de pelear por el título.
A todo ésto, hubo declaraciones en la interna aurinegra, como la de Javier Méndez, que apuntan a que se debe jugar la revancha con Botafogo «porque hasta que el árbitro no dé el pitazo final…».
Lo concreto para el carbonero en lo cercano es: recibir a los brasileños el miércoles próximo a las 21.30 horas en el Estadio Campeón del Siglo y visitar el domingo siguiente a River Plate en el Parque Saroldi. A partir de allí, de no lograr el milagro, recibirá a Liverpool al Estadio Campeón del Siglo, visitar a Wanderers, recibirá a Defensor Sporting, visitará a Progreso y por último recibirá a Fénix.
AMISTOSO TRICOLOR
Nacional debe jugar el martes que viene ante Plaza Colonia por Copa Uruguay y el fin de semana siguiente ante Cerro por la 10ª fecha del Clausura. Ayer con titulares jugó un amistoso con River y empató 0-0 en Los Céspedes.
