La reciente auditoría de la Administración General de Aduanas de China marcó un paso significativo para Uruguay en su estrategia de diversificación de productos cárnicos hacia el gigante asiático. El Dr. Diego Domínguez, director de Industria Animal del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), calificó la instancia como "un avance muy positivo" dentro del proceso de habilitación de nuevos subproductos no comestibles, que incluye la bilis y los cálculos biliares bovinos, además del suero bovino, que ya cuenta con una trayectoria comercial consolidada en ese mercado.
La misión técnica china arribó al país el 2 de noviembre y permaneció hasta el 8 del mismo mes, recorriendo plantas frigoríficas y establecimientos industriales vinculados a la producción de esos subproductos. "Se visitaron tres plantas de faena para verificar la extracción de estos productos y cuatro plantas de suero bovino, una de ellas nueva, que se pretende habilitar, y tres que ya estaban autorizadas", explicó Domínguez.
Durante esa semana, los auditores mantuvieron reuniones con técnicos de la Dirección General de Servicios Ganaderos, con el objetivo de analizar los protocolos sanitarios y verificar el cumplimiento de las normas exigidas por la autoridad china. Según Domínguez, "la auditoría se desarrolló de muy buena manera y las autoridades chinas dieron una buena evaluación", aunque el informe final deberá ser elevado a los niveles centrales en Beijing antes de obtener la aprobación definitiva.
El jerarca subrayó que estos procesos "son en general largos", y comienzan con un análisis de riesgo sobre el estatus sanitario del país. Si los resultados son favorables, se avanza hacia la auditoría in situ y, finalmente, se acuerda un protocolo sanitario bilateral que establece las condiciones de exportación para cada producto. "Estamos entrando en la próxima fase de acuerdo de las condiciones de exportación para esos tres productos", señaló.
Uruguay ha logrado en los últimos años posicionarse como un proveedor confiable en mercados de alta exigencia. Domínguez recordó que "muy pocos países pueden exportar ciertos productos a China", lo que demuestra "la fortaleza del sistema sanitario uruguayo y la confianza que existe con la autoridad china".
Como ejemplo, destacó el caso de los estómagos bovinos, cuya habilitación fue firmada a fines de 2023, y que desde 2024 ha permitido la inclusión de varios establecimientos nacionales en la lista de exportadores autorizados. "Estos nuevos productos que se están buscando habilitar ahora -bilis y cálculos biliares bovinos- también son de los que pocos países pueden ofrecer, lo que muestra la confianza que se ha consolidado", añadió.
Control y respuesta ante residuos en carne
Consultado sobre la detección de residuos de garrapaticidas en un embarque de carne uruguaya, el director aclaró que ese tema "no formó parte de los objetivos de la auditoría", que se centró exclusivamente en los nuevos productos. Sin embargo, indicó que el hallazgo fue "debidamente informado a la autoridad china por la Dirección General de Servicios Ganaderos" y que "se han tomado medidas muy fuertes, las cuales fueron bien vistas por las autoridades chinas".
El Dr. Domínguez explicó que el medicamento veterinario en cuestión está registrado en la División de Laboratorios Veterinarios del MGAP para el control de garrapatas, y que esa dependencia "establece las condiciones de uso y los tiempos de espera obligatorios" entre la aplicación del producto y el envío de animales a faena. "El incumplimiento de ese tiempo puede generar la presencia de residuos en la carne", puntualizó.
Uruguay cuenta con un sistema de control robusto, estructurado sobre tres pilares: el registro de productos veterinarios, la inspección en campo por parte de la División Sanidad Animal, y el muestreo del Programa Nacional de Residuos Biológicos. Este último "es auditado por todos los mercados a los cuales Uruguay exporta", lo que da respaldo internacional al sistema.
"Hoy nuestro país accede con carne bovina a más del 87% de los mercados compradores a nivel mundial", destacó el jerarca, señalando que eso es posible gracias a la confianza generada por la seriedad de los controles. Cada año se toman unas 8.000 muestras, de las cuales alrededor de 650 corresponden específicamente a la detección de residuos de garrapaticidas. "Esa cifra es más del doble de lo que realizan países de la región y otros de gran relevancia cárnica", indicó.
En respuesta a los hallazgos recientes, se aumentaron las muestras de análisis, se dirigió el muestreo hacia las zonas del norte del país -donde existe mayor prevalencia de parásitos y, por ende, mayor uso de productos químicos-, y se intensificaron las capacitaciones sobre el uso responsable de medicamentos veterinarios. "El Programa Nacional de Residuos Biológicos ha realizado instancias de capacitación en todo el país", sostuvo Domínguez, subrayando la importancia de generar conciencia en toda la cadena productiva.
El 24 de noviembre, la Dirección General de Servicios Ganaderos emitió la Resolución Nº 311/2025, mediante la cual se incrementan las multas por incumplimiento en el uso de medicamentos y se establecen suspensiones preventivas de envío a faena en casos donde se detecten residuos por encima de los límites permitidos. "Se han tomado medidas realmente muy fuertes", reafirmó el jerarca.
Trazabilidad y detección de origen
Domínguez también explicó que el sistema de trazabilidad nacional permite identificar el origen de los productos exportados y realizar el seguimiento necesario en caso de irregularidades. "Lo primero que se hace es solicitar a la autoridad china la etiqueta de la caja en la que se tomó la muestra, porque en un embarque van muchas fechas de producción", detalló.
Una vez identificada esa información, "a través del sistema de trazabilidad del frigorífico se determina qué productores están involucrados en esa producción". Posteriormente, la División Sanidad Animal "visita los predios implicados, revisa los registros de medicamentos, los movimientos a faena y las certificaciones veterinarias". Si se constatan incumplimientos, "se inician los expedientes sancionatorios correspondientes".
Este procedimiento, que combina tecnología, control documental y fiscalización directa, permite a Uruguay responder con precisión ante cualquier observación externa y mantener la confianza de sus principales socios comerciales.
Producción y mercados operativos
En relación con las plantas frigoríficas del norte del país, Domínguez indicó que las mismas "están funcionando de manera regular", aunque con niveles de faena algo reducidos por factores comerciales ajenos a las competencias de la División de Industria Animal. "Desde el punto de vista higiénico-sanitario, las plantas cumplen con las condiciones necesarias para operar y todos los mercados están activos", aseguró.
El director resaltó que el trabajo coordinado entre las distintas divisiones del MGAP ha sido clave para sostener la reputación sanitaria del país y mantener la apertura comercial. "Uruguay sigue demostrando que cuenta con un sistema sanitario sólido, reconocido internacionalmente y con capacidad de respuesta ante cualquier contingencia", subrayó.