martes 15 de julio, 2025
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Latidos: Caos en la zona este y más…

Avisos judiaciales

CAOS EN LA ZONA ESTE

El explosivo crecimiento del parque automotor en Salto, una realidad innegable para cualquier ciudadano, ha puesto en jaque la seguridad vial en diversos puntos de la ciudad. Una de las intersecciones que se ha vuelto un verdadero dolor de cabeza, y foco de peligrosidad creciente, es la ubicada en Avda. Batlle, Diagonal Centenario y Raffo, precisamente en la esquina del BROU, de Salto Shopping.
La dinámica del cruce es clara: quienes transitan por Avda. Batlle gozan de preferencia, una norma que, afortunadamente, suele ser respetada por la mayoría de los conductores. Sin embargo, el caos se desata con aquellos que circulan por Diagonal Centenario. Estos conductores no solo carecen de preferencia, sino que además deben ceder el paso también a quienes se desplazan por calle Raffo. El problema es recurrente: esta prioridad no siempre es acatada, lo que deriva en constantes situaciones de riesgo y, lamentablemente, en discusiones estériles entre los protagonistas del tránsito.
URGE UN SEMÁFORO
Seguimos con el Latido anterior. La situación, que ya es un clamor popular entre los asiduos a la zona, exige una solución urgente y definitiva. La medida más sensata y efectiva, y que la marca el sentido común de los afectados, es la instalación de un semáforo en dicha intersección. Solo así se podrá ordenar el flujo vehicular, eliminar la ambigüedad en las prioridades y, lo más importante, salvaguardar la integridad de conductores y peatones en uno de los puntos más álgidos del tránsito salteño.
LA ODISEA DE SALIR DE UN ESTACIONAMIENTO
Más allá de las problemáticas de infraestructura, el tránsito en Salto enfrenta otro desafío tan crucial como silencioso: la creciente falta de empatía entre conductores. Este fenómeno se evidencia de manera flagrante, y a menudo exasperante, durante las horas pico.
Para quien intenta abandonar un estacionamiento e incorporarse a la corriente vehicular, la tarea puede convertirse en una verdadera odisea. Es una situación común ver a vehículos varados, aguardando pacientemente, mientras el flujo constante de coches no les cede el paso. La falta de consideración es palpable; pocos son los que, con un simple gesto, permiten la salida de otro automóvil, agilizando así la circulación.
Sin embargo, cuando la buena voluntad se hace presente y un conductor decide detener su marcha para dar lugar, la reacción es casi inmediata: un «dedito para arriba» en señal de agradecimiento, un pequeño gesto que, a la vez, subraya la escasez de esta cortesía en nuestras calles. Este «pulgar arriba» no solo es una muestra de gratitud, sino también un recordatorio de la importancia de fomentar una cultura vial basada en el respeto y la consideración mutua.
DE ORDEN O DE EXAGERACIÓN
Existen exigencias en algunos centros comerciales que se cumplen solo para algunas personas y se aplican según el criterio del funcionario de seguridad de turno, lo cual no parece ser lo más adecuado. La norma indica que en un supermercado, por ejemplo, no se puede ingresar a la zona de productos con una mochila, mientras que en otros lugares no se puede entrar con un gorro. En ambos casos obedece a temas de seguridad, evidentemente. El problema genera rispidez en aquellos clientes que se sienten ofendidos con el momento que son obligados a pasar.
CON DESCARGOS
Conectado a lo anterior, llega desde el sureste del país esta experiencia que le tocó vivir a un salteño residente por aquellos lares, y en el último año conocido diputado por el Frente Amplio; Federico Preve. Tuvo que sufrir este tipo de situación y posteriormente realizó sus descargos en su cuenta X a través de internet.
“Me acaban de pedir que me retire de Tienda Inglesa de Atlántida por estar de gorro”, escribió el legislador en la tarde de ayer. Agregó: “fui porque iba a comprar una TV”. “Se perdieron la oportunidad de la compra. Una visión empresarial de discriminación y estigma. Patético”, concluyó.