
En el marco del Día Mundial de Concientización sobre el TEPT, una oportunidad para visibilizar este problema de salud mental que muchas veces permanece en silencio, pero afecta profundamente la vida de quienes lo atraviesan. No todas las personas que atraviesan una situación traumática desarrollan TEPT. La intensidad de lo vivido y el apoyo que se recibió después, pueden marcar la diferencia. A veces los síntomas aparecen enseguida; otras veces tardan semanas o meses en manifestarse.
TRAUMA QUE PERSISTE
Cuando el trauma persiste en forma de recuerdos invasivos, pesadillas, sensación de amenaza permanente, pensamientos difíciles de controlar o síntomas físicos sin causa aparente, es importante prestar atención. También cuando se evita todo lo que recuerde lo vivido, cuando se acumula tristeza, culpa o irritabilidad, y cuando cuesta dormir o concentrarse. En estos casos, pedir ayuda puede ser el primer paso para empezar a sanar. Este día es muy importante porque ayuda a que más personas reconozcan estos signos y entiendan que pedir ayuda no es una debilidad sino un paso clave. Muchas veces el miedo al juicio, la vergüenza o la falta de información hace que uno transite solo algo que tiene tratamiento y posibilidad de recuperación.
PREVENCIÓN
Aunque no siempre se puede evitar que después de un trauma aparezca el TEPT, sí es posible reducir sus impactos. Buscar contención emocional a tiempo, recurrir a espacios terapéuticos, sostener una rutina, hacer ejercicio y descansar bien.