
Se han combinado factores que afectan de una forma u otra a la cantidad de personas que requieren atención. Por un lado está la subida del río que genera desplazados para aquellos quienes viven en la zona costera. Por otra parte, la ola de frío que azota la región golpea a quienes padecen la indigencia o que por cuestiones circunstanciales carecen de un refugio adecuado para la supervivencia. Salto está sujeto a estos dos hechos y desde los distintos roles adjudicados en cargos, públicos nacionales o municipales, se trabaja para paliar esta realidad adversa.
MÁS DE 70 SOLO POR FRÍO
El director del MIDES en Salto, Jorge Vaz Tourem, en medio de las “vueltas” que éste presente implica, nos puso al tanto de algunas consideraciones relacionadas a los afectados. “Hay un número importante de personas que están asistiendo a los distintos dispositivos de refugio. Tenemos un refugio central, que ayer superó las 40 personas en la calle Asencio. Después, está el acuerdo con el batallón, donde ya teníamos 20 varones refugiados por frío. Además, hay seis mujeres en una pensión, y estamos trabajando para que mañana se habilite un hogar específico para mujeres, para que puedan refugiarse por la noche. También tuvimos dos personas internadas en el hospital por distintos motivos de salud. En total, ayer llegamos a 74 personas atendidas por situación de calle y por la alerta de frío”, explicó Vaz Tourem, que agregó “en paralelo, tenemos 33 personas evacuadas en un refugio que se destinó especialmente para la inundación por parte del SINAE. Si no recuerdo mal, son 12 niños y el resto adultos, que están siendo atendidos ahí, frente a CECOED, por la diagonal Arralde”.
INSTITUCIONES COMPROMETIDAS
Consultado acerca de si el refugio principal estaba ya saturado, el director aclaró que “estamos con algún cupo más disponible, pero creemos que estamos llegando, si no es al 100%, a la gran mayoría de las personas en situación de calle asistiendo a refugios. Todas las noches se hace un operativo de captación de personas en calle. Sale el Ministerio del Interior, que está haciendo un trabajo importante: la policía, junto a CECOED y al Ministerio de Desarrollo Social, recorre las calles y traslada a las personas a los refugios”, explicó, prefiriendo destacar la labor de los actores estatales en relación a la problemática.
INTERNACIÓN COMPULSIVA
Existe un hecho, producto de lo que sucede y es la resistencia de muchos a ser asistidos y llevados a refugios. Vaz Tourem dejó en claro que se aplica la medida a nivel nacional, la referente a la internación compulsiva. “Hay una alerta roja por frío y un decreto a nivel nacional que establece que las personas tienen que asistir sí o sí a los refugios. Eso implica la medida de internación compulsiva, que ya existía: cuando se detectan problemas de salud que ponen en riesgo la vida de la persona, se la traslada al hospital. Ahora se agregó otra medida, la evacuación por frío, que no precisa que el riesgo de vida sea por un tema de salud; el simple hecho de estar expuesto a temperaturas tan bajas durante la noche ya es un riesgo de vida. Por lo tanto, se traslada a la persona en forma compulsiva al refugio, aunque no quiera hacerlo. Esto implica una complejidad importante, porque hay personas que no quieren asistir a pesar de las bajas temperaturas y hay que trasladarlas de manera compulsiva”, afirmó Vaz Tourem.