Por Pablo Perna
En las primeras horas del martes llegó al aeropuerto de nuestra ciudad (Nueva Hespérides)… el avión arribo al aeropuerto, estuvo enmarcado dentro de lo que sería el primer vuelo “comercial” de dicha línea… a efectos de conocer las características de este primer vuelo comercial, Montevideo- Salto. Comenta la autoridad de la empresa: “Es un precio realmente accesible y un servicio que cumple con las tres B, Bueno, Bonito y Barato… el vuelo fue realmente magnífico, ya que el tiempo acompañó mucho, y definitivamente el avión es un modelo único y muy especial para tramos cortos, pero además, reúne características muy importantes que son su seguridad, comodidad y amplitud, y sobre todo… el avión puso algo más de una hora, un tiempo realmente excelente si se tiene en cuenta lo que demora un coche desde Montevideo a Salto”.
Estas palabras fueron vertidas hace 24 años atrás, el 14 de mayo de 2010 por las autoridades de la línea aérea de “BQB” cuando arribaba por primera vez en muchos años un vuelo comercial desde el aeropuerto de Carrasco hacia el aeropuerto de Nueva Hespérides; la empresa había comenzado a funcionar con una importante inversión particular y subsidios del Estado, tendría 2 frecuencias semanales con intenciones de ir agregando vuelos conforme a demanda. Una vez que los subsidios del Estado disminuyeron y la compra de pasajes no era la esperada, en diciembre de 2013 “BQB Líneas Aéreas” realiza su último vuelo internacional uniendo Salto con Montevideo.
Fui cliente y testigo de ese primer y último vuelo de BQB hace años, por lo que este martes 8 de octubre cuando arribaba el primer vuelo de la aerolínea paraguaya Paranair que unirá dos veces por semana la conectividad con Montevideo, el escuchar que las autoridades brindaron un discurso copiado que el de hace muchos años atrás, que prometieron más vuelos a precios accesibles y que comienza a funcionar con subsidios del Estado y con la colaboración de CTM y del Ministerio de Turismo que aportaron entre ambas U$S 200.000 para la concreción del primer vuelo, he sentido un “Déjà vu”, que es tener la percepción de ya haber vivido con anterioridad la misma experiencia.
Desde 1991 el aeropuerto de Nueva Hespérides fue declarado como “aeropuerto internacional” y desde ese entonces siempre se ha intentado realizar vuelos comerciales con conectividad al resto del mundo con un rotundo fracaso; pasaron varias empresas aéreas que luego cerraron, por lo que el aeropuerto ha quedado reducido a vuelos domésticos y a algunos vuelos internacionales no regulares. El actual Gobierno ha intentado realizar una fuerte inversión para fortificar el Sistema Nacional de Aeropuertos Internacionales la que integran las terminales de Carrasco, Punta del Este, Carmelo, Durazno, Paysandú, Melo y Rivera; nuestro aeropuerto ha recibido una inversión de U$S 13 millones de dólares para su modernización siendo inaugurada en febrero de este año.
Si bien la experiencias vividas con la conectividad del aeropuerto de Salto desde 1991 a la fecha han fracasado todas sin excepción, esperanzados en la prosperidad y crecimiento de nuestro pueblo nos amparamos en dos enseñanzas, una la que sostenía el creador de Facebook, Mark Zuckberg, que sentenciaba: “Los éxitos más importantes se consiguen cuando existe la posibilidad de fracasar” y la segunda enseñanza es la que afirmaba mi abuela: “la esperanza es lo último que se pierde”.
