jueves 30 de enero, 2025
  • 8 am

Me equivoqué

Carlos Arredondo
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Carlos Arredondo

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Sol

Por Carlos Arredondo
Me equivoqué y punto. Y debo dar la cara y reconocer mi equivocación.
En la pasada columna, cometí un error infantil, de esos que son imperdonables ya que se trata de un error de cuentas de primaria, pero lo cometí.
Un solo número mal puesto y cambia toda la ecuación final, pero entrar en detalles sería pretender justificar lo injustificable y no es el caso. Me equivoqué y punto.
Lo cierto es que debería estar escribiendo sobre temas de los que nadie hace referencia, a los que yo considero verdaderamente importantes y deben ser informados urgentemente, y sin embargo, acá estoy sentado frente a la pantalla, tecleando este reconocimiento -que tantas veces exigí a otros- del error cometido. Pero nobleza obliga; Si se comete un error hay que reconocerlo, bancarse las consecuencias y punto. Y en eso estoy.
Resulta que en la pasada entrega de esta columna, daba cuenta que el número de personas fallecidas en Salto, por encima del promedio histórico, durante los años 2021 y 2022, eran 1.168 personas. Y ahí estuvo mi error, mi falla y sin la más mínima intención de brindar una información que no se ajustara a la verdad, fallé, no estuve a la altura de las circunstancias y mal informé a los lectores: A los lectores y a la dirección de CAMBIO les ruego sepan disculpar por eso. Pero sepan también que, aunque infantil, el error fue absolutamente involuntario.
Pero cuidado, el error cometido no cambia sustancialmente nada de lo expresado en aquella nota, puesto que el promedio de fallecidos en los dos primeros años (2021 y 2022) de vacunación contra el covid 19, de todas formas estuvo por encima del promedio: Se trata de 465 personas; “hermanos, padres, madres, hijos, amigos, parejas; Seres queridos de todos los salteños que murieron luego de inyectarse una vacuna experimental que, según informes médicos y científicos de todo el mundo, ha provocado la muerte a millones de personas, que fue fomentada por el gobierno -y apañada por la oposición- y por lo tanto no es admisible tanto silencio institucional y político”. Eso no cambia. Como tampoco cambia la necesidad de explicaciones por parte de quienes impulsaron la vacunación, coaccionando a las personas con la pérdida del trabajo, la imposibilidad de viajar, de estudiar y a riesgo de pasar a ser parias de una sociedad a la que le habían infundido miedo.
No cambia nada. Y reitero: “Para quienes consideramos la vida de las personas es lo más importante a cuidar y valorar, creemos que esta situación muestra que algo no anda –o no anduvo- bien, y una investigación a fondo, que vaya hasta el hueso, para saber por qué tenemos tantos fallecidos por encima del promedio, se hace urgente».
Mi error no exime a ninguno de los responsables de esta situación y la necesidad de que alguien explique por qué, en Salto, entre 2021 y 2022, tuvimos tantas personas fallecidas por encima del promedio, sigue siendo urgente. Fueron 465 salteños, y como lo expresé en aquella nota: “Se trata de la pérdida de vidas humanas (¡De hermanos nuestros, carajo!) que no podemos ignorar, ni como sociedad, ni como individuos”.
Cierro esta nota de la misma manera que cerré aquella: Recordando que comenzó una nueva campaña de vacunación contra el covid 19, y sus impulsores -el gobierno-, así como sus principales aliados -el Frente Amplio y el PIT CNT-, insisten en no explicar nada, mientras navegan en las aguas del silencio, con la complicidad de la gran mayoría de los medios de comunicación, enfrascados en temas de cabotaje, pretendiendo que TODOS permanezcamos ignorantes ante el dolor de saber que 465 vidas humanas, de salteños, se perdieron a partir de aquel marzo de 2021: A partir de su primera emboscada».