Cuando el FA mostró a quien le hace los mandados
Por Carlos Arredondo
El pasado martes 18 de marzo, la diputada de Identidad Soberana, Dra. Nicolle Salle, presentó un pedido formal, a la presidencia de la cámara de diputados, para crear una comisión investigadora que analizara todo lo hecho, promocionado y ejecutado por el Gobierno, durante la Emergencia Sanitaria declarada el 13 de marzo de 2020, período recordado como “la pandemia”.
Para sustentar su pedido la diputada presentó un documento de Word con 78 páginas, de las que 74 corresponden a los fundamentos de su solicitud. Otro documento en .pdf de 103 páginas y 1011 enlaces a documentación científica -calificada de altísimo nivel- que expone científicamente los errores garrafales -muchos de suma gravedad- de la mayoría de las acciones del Gobierno de la época, y el libro “Los Papeles de Pfizer” (que resume más de 450.000 páginas de documentos internos de la farmacéutica, donde sus funcionarios y directivos reconocen el daño que sus vacunas ocasionan en las personas, tema al cual me referí el pasado 4 noviembre, en esta misma columna).
El artículo 10 de la Ley N° 16698 (Ley de comisiones parlamentarias), expresa claramente que las comisiones investigadoras deben formarse tras un informe de una comisión pre-investigadora, que debe formarse inmediatamente de presentada la solicitud, y expedirse en 48 hs. Fue conformada, como indica la ley, con tres miembros: Uno del Partido Nacional, Dr. Pablo Abdala, otro del Frente Amplio, Dr. Federico Preve y otro de Identidad Soberana, Dr. Gustavo Salle.
Según la ley la pre-investigadora debe analizar “la entidad de la denuncia, la seriedad de su origen y la oportunidad y procedencia de la investigación”, y cualquiera que acceda a la documentación presentada por la diputada solicitante advertirá que cumple con creces estas exigencias.
Sin embargo, la comisión pre investigadora, a pesar de la cuidada y fundamentada argumentación presentada por la Dra. Salle, negó la posibilidad de que el parlamento investigue todo lo hecho en aquel triste período.
Lo de Pablo Abdala, era sabido: tras denostar cualquier posibilidad de investigación, usando argumentos casi infantiles, que ofenden la inteligencia de las personas y a la propia cámara de representantes, negó su voto.
El voto de Gustavo Salle también era cantado, votó a favor de que se investigue.
Faltaba saber qué haría el representante frenteamplista, quien el pasado 28 de enero, en el programa de streaming “Rock en la Resistencia”, hablando de todo lo ocurrido en aquel período y de la posibilidad de investigar, afirmó cosas como: “Se tomaron decisiones que en perspectivas pueden haber estado mal. En contexto de emergencia se toman decisiones que a veces no son correctas. Los estados tienen menos poder que las corporaciones internacionales. De las decisiones políticas que se haga cargo el gobierno, a mí me interpelan después del 1º de marzo. Lo que sí creo es que hay cosas que pueden ser cuestionables de cómo se dio el proceso. Lo que pasa que fue un proceso que se dio acelerado porque había una emergencia mundial”, y lo que, para mí gusto, es lo más relevante de lo que en aquella instancia aseguró Preve: “No tenemos una certificación de calidad de los medicamentos por lo tanto tenemos que creer en la certificación de calidad de la Industria”.
37días después, el salteño, Dr. Federico Preve, sin que se le moviera un pelo, negaba toda posibilidad a que se realice una investigación seria, que logre conclusiones con fundamentos, que expliquen esas “cosas cuestionables” que pudieron haberse hecho, y dejar claro cuáles fueron las decisiones “que no fueron correctas”, tomadas en aquellos tiempos.
Federico Preve, en nombre del Frente Amplio, mostró, a cualquiera que quiera verlo, una perla más del largo collar de evidencias de aquello que desde esta columna insisto en señalar: Cuando se trata de corporaciones multinacionales, de temas grandes, pesados, multicolores y frenteamplistas son socios -empleados de las mismas empresas- y cómplices en aquel período que dejó más de 15.000 uruguayos muertos “sin explicación” y hoy se niegan a investigar.