Por Gerardo Ponce de León
Me pregunto: ¿digna de qué? Se argumenta del derecho que tiene un paciente, frente al sufrimiento, de elegir no sufrir más. Es para quienes están en etapa terminal de una patología incurable e irreversible, que padezca sufrimientos insoportables.
Entramos en el plano de las creencias humanas, ya que no es lo mismo para un agnóstico, un ateo (que no existen) y un cristiano católico. Me encuentro dentro de esta última categoría y comienzo pensando que NO soy el dueño de mi cuerpo, por ende no puedo resolver qué hago con él.
Dentro de la medicina, existe la rama de Cuidados Paliativos, cuyo fin es ayudar al paciente que sería candidato para la Muerte Digna. Acá no es necesario un ateneo médico para tomar la resolución o ver qué se hace con el paciente; no se hace tomar un compromiso, o poner en ser el juez de una vida a ningún médico.
Es un tema complicado y que muchas veces lleva a un médico, enfermero a “matar” una persona dado que el único que maneja la vida es Dios, que en la persona de su Hijo, siendo el mismo, sufrió, padeció y murió por todos los seres humanos. Yo puedo pedir ayuda a un médico para palear mi sufrimiento, pero no obligar a que me maten. Siempre va a estar en manos de Dios, mi vida. Esto nos lleva a que sepamos ofrecer nuestro sufrimiento.
Que cuesta, que es algo nuevo y que tenemos que aprender, significa mirar a nuestro costado y ver que existen personas que están peor que uno, que hace rato que están sufriendo y no cuentan con los medios para llegar a una solución por más que se quejen. Gracias a Dios, uno puede y no hay que esperar una solución para combatir el mal que lo aqueja.
Ahí está una gran diferencia, que capaz marcan la forma o el encare que uno le da a la forma de ver y encarar un sufrimiento. Esto no quiere decir que no voy a sufrir, simplemente que lo encaro de otra manera o se ve diferente. Sufrir lo van a hacer de la forma que se encare, porque hay gente que es capaz de ofrecerlo por otros, como también rezan por los que sufren o sienten dolor igual o más que uno. Todo está en la forma de ver su problema, ya que todos somos seres humanos.
Es la diferencia de encarar, la que hace diferente la manera de ver un problema grande, como es la salud en el cuerpo de cualquiera de nosotros. No imposible de llevar a cabo ya que hay personas que lo hacen, siendo un factor muy importante si está acompañado o estar solo.
Vuelvo a reiterar, también hace la forma de ver o encarar el problema; de poder contar con ayuda de alguien que sabe cómo tratar a dicho problema. Acá esta la ayuda del médico especializado en Cuidados Paliativos, que para eso han seguidos una especialización. También es importante contar con la historia clínica del paciente ya que ayuda al médico, porque así sabe como ha sido tratado anteriormente, frente a quién se encuentra y qué tratamiento seguir. Todo esto me lleva a pensar que la forma que encaremos el mal, va a ser uno de los mejores remedios que podemos tomar, ya que la mente manda.