La Federación Rural inició los preparativos de su Congreso anual, que en mayo de 2026 se realizará en la ciudad de Salto y que, por primera vez, se celebrará en conjunto con el Congreso de Intendentes. La decisión marca un hecho inédito en más de un siglo de historia gremial y abre un nuevo escenario de diálogo político-territorial entre el sector productivo y los gobiernos departamentales, de acuerdo con lo expresado por el presidente de la Federación Rural, Rafael Normey, durante su visita a Salto.
Normey, recorrió las instalaciones del predio de la Asociación Agropecuaria de Salto, donde se realizará el congreso, para avanzar en la planificación del evento. "Nos propusimos tratar antes de fin de año el tema, de definir los principales aspectos del Congreso, porque en realidad lo que nos pasaba otros años es que empezábamos en marzo con la agenda y para mayo era muy poco tiempo", señaló. Esa falta de tiempo reconoció, derivaba en algunas fallas.
El cronograma de trabajo contempla un período previo al receso estival y la reactivación completa de la agenda en marzo, con los temas ya definidos y listos para ser afinados rumbo al Congreso.
Una edición inédita
Uno de los puntos centrales de esta visita al litoral norte fue la articulación con el Congreso de Intendentes, ya que ambas instituciones resolvieron sesionar en conjunto en mayo de 2026. El presidente de la Federación Rural dijo "vamos a sesionar en conjunto con el Congreso de Intendentes y el Congreso de Federación Rural. Esa innovación fue aceptada por el Congreso de Intendentes".
La organización compartida requirió una serie de reuniones en Paysandú y Salto, donde se trató la logística, los temas a abordar en la agenda y la dinámica del encuentro. En la capital sanducera, Normey y su equipo se reunieron con el intendente de Paysandú, Nicolás Olivera, quien actualmente preside el Congreso de Intendentes. Desde allí, se comenzó a delinear el formato del evento, que buscará potenciar el intercambio directo entre productores rurales y los gobiernos departamentales, especialmente en asuntos que afectan a todo el país.
Posteriormente, la delegación se trasladó a Salto, donde realizó un relevamiento de las instalaciones que podrían albergar el Congreso y mantuvo una reunión con el intendente Carlos Albisu. "Nos recibió también muy amablemente para intercambiar un poco acerca de la agenda actual de la Intendencia y de Federación. Y también de esto del Congreso, para empezar a afinar la puntería", detalló Normey, quien insistió en que, aunque parezca que falta mucho tiempo, "después las cosas pasan muy rápido".
La necesidad de coordinación con los intendentes
Más allá del Congreso, la Federación Rural aprovechó el encuentro para abordar temas de la agenda nacional que involucran directamente a las intendencias. La falta de coordinación fluida entre ambas partes es un problema que la gremial busca corregir. "La agenda entre las Intendencias y Federación Rural es bastante amplia e intensa y no estábamos teniendo buena capacidad de coordinar. Yo diría nada de coordinar con el Congreso de Intendentes. Realmente nos ha costado mucho", admitió Normey.
Entre los principales asuntos se destacan la caminería rural, el impuesto municipal del 1% a la venta de semovientes, el manejo de jaurías de perros, la coordinación en materia de Bromatología, Seguridad Rural y los ajustes y descuentos vinculados a la Contribución Inmobiliaria Rural. Cada uno de estos temas requiere la participación directa de los gobiernos departamentales, ya que definen aspectos claves del funcionamiento productivo y logístico de la actividad agropecuaria.
Sobre el impuesto del 1%, la posición de la Federación Rural es clara. Según Normey, existe voluntad política de eliminarlo, aunque reconoce que la salida debe ser organizada. "Está toda la voluntad política de eliminarlo, pero dicha eliminación tiene que hacerse de una manera armónica, donde todos tengamos que tener ciertas concesiones", afirmó. Para el presidente de la gremial, el tributo es un instrumento "incorrecto", "mal puesto" y que genera múltiples trabas al sector. "Tiene una cantidad de defectos que hace que sea burocrático, grava solo la ganadería, se la grava varias veces", argumentó.
La eliminación del impuesto implica que el Poder Ejecutivo reduzca ese ingreso para las intendencias, pero deberá generar mecanismos de compensación para evitar desfinanciamientos. Normey subrayó que el Ejecutivo -a través de las declaraciones del ministro Alfredo Fratti, el Ministro Gabriel Oddone y el senador Aníbal Pereira- ha manifestado su intención de eliminarlo. No obstante, también existen opiniones contrarias dentro del sistema político.
La caminería rural
Entre los temas planteados, la caminería rural ocupa uno de los lugares más relevantes, tanto por su impacto en la producción como por la responsabilidad institucional que implica. Normey dijo que la situación en algunos departamentos es "dramática", y puso el foco especialmente en Salto. "Realmente es de los peores de la clase. Es increíble", remarcó.
Desde su punto de vista, el Congreso de Intendentes debe asumir un rol protagónico en la planificación y mantenimiento de la caminería, que constituye una infraestructura crítica para la actividad agropecuaria. El deterioro de la red vial rural afecta la movilidad de los productores, el acceso a servicios y la salida de la producción hacia los mercados. En algunos departamentos, como Paysandú y Artigas, ya se han implementado soluciones mediante caminos de bitumen en algunas zonas, mientras otras intendencias continúan sin resolver problemas estructurales.
El presidente de la Federación Rural reconoció la heterogeneidad territorial como un desafío. Precisamente por ese motivo, considera que el Congreso de Intendentes es el ámbito adecuado para lograr acuerdos, generar aprendizajes comunes y promover que los departamentos que han logrado avances contagien a aquellos que mantienen rezagos. También destacó la necesidad de coordinación interdepartamental, ya que muchos corredores productivos atraviesan dos o más departamentos.
Al plantearle la posibilidad de que el Ministerio de Transporte y Obras Públicas asuma mayor responsabilidad, como se había manejado en otros ámbitos, Normey explicó que esta propuesta fue presentada directamente a la ministra de Transporte, aunque sin buenos resultados. "La idea no la veía viable, no entendía que ese era el camino", recordó Normey sobre la respuesta de la ministra. Sin embargo, sostuvo que la discusión debe continuar y que antes es necesario que todos los actores coincidan en que el tema es "importante" y merece ser priorizado.
Jaurías de perros, seguridad rural y otros temas
El dirigente también hizo referencia a la problemática de las jaurías de perros, un conflicto que desde hace años afecta a productores de todo el país y que requiere la acción directa de los gobiernos departamentales. Para Normey, las intendencias "tienen roles claros a abordar y asumir en el tema perros", y afirmó que se trata de un punto que deberá integrarse de forma prioritaria en la agenda conjunta con los intendentes.
La Seguridad Rural, otro asunto que impacta directamente en la actividad productiva, representa un espacio donde las intendencias pueden realizar aportes esenciales, especialmente en tareas de apoyo y prevención. También mencionó la necesidad de ajustar criterios en materia de Bromatología, debido a que la operativa actual presenta diferencias entre departamentos que generan trabas para los productores.
"Las soluciones mágicas no existen"
Normey destacó que la construcción de soluciones duraderas requiere tiempo, consenso y claridad institucional. "Son todos temas largos, de agenda. Tenemos que tener en claro, que las soluciones mágicas no existen, pero sí el diálogo productivo que es el puntapié inicial de las soluciones", afirmó.
El Congreso conjunto de mayo será, según su visión, una oportunidad excepcional para establecer un mecanismo de trabajo permanente entre la producción y las intendencias. A su vez, marcó que, pese a que el contacto individual con varios intendentes ha sido positivo, los avances luego "se diluyen a la hora de las decisiones del Congreso", lo que refuerza la necesidad de mejorar la coordinación.
