Por Armando Guglielmone
Hace poco un conocido me detuvo pues quería contarme que tenía un cachorro de dobermann e iba a necesitar adiestrarlo, pero quería primero que le hicieran la otectomía y caudectomía, es decir, el corte de orejas y cola, y me preguntó si sabría quien lo podía hacer. La respuesta hasta hace algunos años hubiera sido recomendarle uno o dos profesionales veterinarios hábiles en estas intervenciones para dejarlo bien estético y prolijo, para que quedara bien a la vista, pero sobre todo en lo funcional. Pero hoy en día no sabía a quién recomendarle, parece ser que realizar estas intervenciones están asociadas a maltrato animal y se realizan solamente si hay una necesidad asociada a una lesión que requiera de esta intervención.
Lo paradójico es que esta práctica de cortar cola y orejas se realizaba justamente para evitar lesiones en estos apéndices, ya que están muy expuestos debido a cómo son. La cola y la oreja en los dobermann, y boxer también, son propensas a heridas o lesiones ya que en el caso de la oreja al tener el pabellón grande y caído puede lastimarse enganchándose en espinas, alambres de púas y serpentinas, de esas tan comunes de ver ahora en las casas. Ni que hablar que ante una riña entre perros es lo que generalmente primero se lastima. La necesidad del corte era funcional, estos perros se usaban para el trabajo, de protección sobre todo, y también se quería evitar que el malhechor pudiera tomarlo de las orejas al perro.
Pongámosle que con ciertos recaudos y sin ser usado como perro de protección, se puede solventar sin problemas el tener las orejas completas, pero, la cola es otra cosa. La cola en estos es fina y se mueve cual látigo, es común que se lastime hasta contra las rejas de una casa al correr de un lado a otro, pero tampoco quieren cortarla. Pese a que estos procedimientos se realizan bajo anestesia se argumenta que responde a mero antojo del dueño por un sentido estético. Esto ha llevado incluso a que cada vez haya menos perros de estas razas, pues, la mayoría de los simpatizantes de estas no quieren que tenga cola, por los motivos que sea. Esto ahora se considera maltrato, lo irónico es que tener bulldogs o pugs no, siendo que estos pasan su vida en una casi constante apnea, sufriendo para vivir.
Los humanos últimamente hacen cosas sin sentido, legalizan costumbres o intervenciones en ellos mismos que apuntan a modificar sin necesidad funcional el cuerpo, o sacarse una responsabilidad de encima matando a quien no nació siquiera, aunque esté sano. Es frecuente ver menores de edad tatuados, agujereados, drogados mal, pero nadie va a buscar a los responsables de que se vean o estén así, pero si pretendes hacer un corte de cola u orejas a tu perro, ¡vaya mala persona que eres!
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