Durante la semana del 1° al 7 de noviembre de 2025, la Unidad Agroalimentaria Metropolitana (UAM) informó un aumento sostenido en la oferta de melón escrito procedente del litoral norte, con frutos de mayor calibre y buena calidad organoléptica, lo que generó una presión a la baja en los precios mayoristas.
Las temperaturas relativamente frescas para la época contribuyeron a prolongar la vida postcosecha, ya que durante el transporte no se registraron los daños habituales provocados por el calor.
En paralelo, comenzaron a ingresar las primeras partidas de sandías provenientes de cultivos protegidos del litoral norte, tanto del tipo baby como común. Sin embargo, su presencia en plaza sigue siendo limitada y convive con remanentes de sandías importadas, que aún mantienen participación en el mercado debido a la reciente transición entre zafras.
También se observó una importante disponibilidad de frutillas, con partidas tanto del sur como del norte del país. La combinación entre una oferta abundante y una demanda en leve descenso —asociada a las temperaturas inusualmente bajas— provocó una disminución en los valores mayoristas.
Este mismo factor climático incidió positivamente en la conservación poscosecha de la fruta, especialmente en las partidas norteñas, que suelen resentirse más en calidad durante los traslados en épocas cálidas.