La subasta extrajudicial por liquidación concursal de la planta frigorífica de Sidercol S.A., ex Frigorífico Daymán Meat, se llevó a cabo en el Centro Comercial de Salto, este miércoles 10 de diciembre, donde hubo varios interesados al comienzo del trámite administrativo para la venta, el remate fue declarado desierto ante la ausencia total de postores por un activo cuya base había sido fijada en US$ 1.450.000, correspondiente al inmueble y al equipamiento existente.
La falta de interesados vuelve a colocar a la planta en un punto crítico y obliga a replantear los pasos jurídicos y comerciales para intentar una nueva instancia de venta.
Subasta sin oferentes
El rematador público Pablo Teixeira, quien fue el encargado de conducir la subasta, dijo que al inicio del proceso de publicidad "hubo algunos interesados cuando comenzamos con esta idea de remate; enseguida que comenzó la publicidad algunos se mostraron interesados, pero después lamentablemente no se concretó la continuidad de ese interés", dado que "hoy no hubo ninguna oferta, no hubo postores".
También del concurso se ofreció una camioneta Fiat Strada, que fue comercializada, tras la disputa de varios oferentes. Teixeira consideró ese hecho secundario. "La camioneta es casi una anécdota. Eso sí se vendió sin problemas, pero en definitiva la planta sigue ahí pendiente".
Consultado sobre una eventual nueva subasta, el rematador indicó que la definición corresponde al síndico, pero adelantó que "seguramente para el año que viene temprano podamos tener una nueva subasta".
El escenario concursal
El síndico de la causa, Dr. Gustavo Imer, confirmó que la planta no logró ser vendida, aunque se mantuvo dentro de un esquema de reuniones con interesados nacionales y extranjeros. "Lamentablemente no se logró, pero son tiempos difíciles para invertir en este tipo de emprendimientos", señaló.
Imer detalló que el concurso involucra dos sociedades, que en su momento conformaron el ex Frigorífico Daymán Meat, una industria que venía desempeñándose con un mercado activo y con exportaciones relevantes. "Cuando cerró la puerta en abril de 2024 estaba trabajando, tenía un buen mercado de exportaciones a Brasil; exportaba muy bien", recordó. El cierre respondió a dificultades financieras que derivaron en la paralización de la operativa y, posteriormente, en la liquidación concursal.
El síndico expresó que "lo que más me duele es que deja a 150 trabajadores aproximadamente en la calle y más toda la gente que trabaja con esto". A ello se suma que los seguros de paro y prórrogas concedidas por el Ministerio de Trabajo ya se encuentran vencidos, lo que agrava la situación de las familias afectadas.
Durante el período previo al remate, se mantuvo reuniones con un grupo inversor de Brasil que había manifestado interés incluso antes de concretarse la liquidación judicial. Ese contacto, según dijo Imer, "se desinteresó, volvió a reflotar hace poco, pero tampoco cuajó".
El resultado final de la jornada fue la declaración de remate desierto, lo que llevará a un nuevo procedimiento ante la Justicia. "Ahora vamos a tener que presentar escrito a nivel judicial pidiendo una nueva etapa de remate y evaluar qué forma será la mejor: si bajar la base, sin base o una venta directa", confirmó. El análisis será realizado junto con el rematador para definir la modalidad más adecuada antes de la próxima feria judicial.
Por qué la planta no pudo mantenerse en funcionamiento
Ante la consulta de la posibilidad -frecuente en otros concursos industriales- de mantener la planta funcionando mientras se definía su venta. Sin embargo, las condiciones del frigorífico al momento del cierre hicieron imposible sostener la operativa.
Imer explicó que la empresa enfrentaba deudas con UTE y otros organismos públicos, lo que llevó al corte del suministro eléctrico. "Básicamente la planta cerró y debía UTE. Se dio de baja el servicio y ahí no puede seguir operando". Esa situación generó un efecto dominó: la caída de los permisos de INAC, del Ministerio de Ganadería, de Dicose, de DGI y del BPS. "Cayeron todos esos permisos y la planta no se pudo vender en funcionamiento; esa era la idea, porque cuando una planta está en funcionamiento es mucho más atractivo".
Imposibilitado el mantenimiento operativo, la sindicatura solo pudo avanzar hacia la liquidación, procurando vender el conjunto del inmueble y los equipos como un emprendimiento integral. El propio síndico remarcó que "la idea es tratar de vender el frigorífico entero para que la producción siga saliendo y la gente siga teniendo trabajo". Separar los activos, como el inmueble por un lado y el equipamiento por otro, es una opción que se evalúa con reservas porque podría restarle viabilidad futura al proyecto industrial.