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Jueves 11 de Diciembre, 2025 73 vistas

Rafael Normey "Si no empezamos a abordar de lleno la competitividad, la realidad es que va a haber un sector de la industria frigorífica que va a seguir siempre flotando"

El mercado internacional de la carne atraviesa un escenario de alta demanda y en nuestro país los valores de la hacienda están marcado referencias récord, lo cual son señales más que positivas para el sector productivo. Sin embargo, en los últimos años, también han cerrado varias plantas frigoríficas, donde se argumenta falta de competitividad en muchos casos. El presidente de la Federación Rural del Uruguay, Ing. Agr. Rafael Normey, dijo que "si no empezamos a abordar de frente, de lleno todos esos temas estructurales de competitividad, la realidad es que va a haber un sector de la industria frigorífica que va a seguir siempre flotando".
Señales contradictorias
Normey indicó que el panorama internacional está marcado por movimientos bruscos y decisiones imprevisibles de grandes actores comerciales. Señaló que el sector industrial opera en un entorno donde la estabilidad es casi imposible. "Cuando uno está expuesto al mercado internacional es casi imposible que no haya ningún nubarrón" dijo.
Destacó la influencia de decisiones políticas y comerciales que pueden alterar la dinámica de los mercados en cuestión de horas. "Tenemos un señor Trump que un día se despierta y dice una cosa, al otro día dice otra; un día sube los aranceles, al otro día los baja, y al siguiente le da 80.000 toneladas a uno y después se va y se arregla con otro". Para Normey, este tipo de vaivenes añade una incertidumbre estructural que se vuelve difícil de gestionar para países exportadores como Uruguay.
A este escenario se suma la preocupación por el comportamiento de China, el principal destino de la carne uruguaya. El presidente de la Federación Rural advirtió sobre el "estudio en China con posibles salvaguardas a la carne importada, y ahí podríamos tener alguna otra amenaza". Aun así, reconoce que la demanda global se mantiene muy sostenida y muy fuerte, lo que actúa como contrapeso en un escenario complejo.
El talón de Aquiles
Más allá del contexto internacional, Normey enfatizó que el mayor desafío está dentro de fronteras. A su entender, el país enfrenta problemas internos que condicionan la competitividad y afectan directamente a la industria frigorífica. "A nivel industrial hay una agenda importante de competitividad para tratar de mejorar el negocio", sostuvo.
Uno de los aspectos que subrayó es el ausentismo laboral, que alcanza niveles críticos en algunos establecimientos. Respaldándose en cifras divulgadas por los propios obreros, afirmó que "si vos tenés 30% de ausentismo laboral, como está reconocido por la propia Foica, es muy difícil competir a nivel internacional". Para Normey, este fenómeno implica un sobrecosto de mano de obra que coloca a Uruguay en desventaja frente a competidores que no enfrentan este problema estructural.
A ese componente se suman los costos de la energía, la carga fiscal y el atraso cambiario, factores que -según el dirigente- erosionan la capacidad del país para competir en igualdad de condiciones. Normey insiste en que, sin una estrategia integral, las dificultades persistirán. "Si no empezamos a abordar todos esos temas estructurales de competitividad, va a haber un sector de la industria frigorífica que va a seguir siempre flotando"dijo.
El cierre de plantas frigoríficas -algunas de forma temporal, otras definitiva- es para Normey un síntoma claro de la fragilidad competitiva. "Por algo están cerrando las empresas en Uruguay, una por semana", afirmó.