La ciudad de Salto fue testigo de una escena de profunda emoción y esperanza esta tarde. Pese a la persistente lluvia, un grupo de vecinos y ciudadanos se congregó espontáneamente en el acceso conocido como "La Gaviota" para dar una calurosa y emotiva bienvenida a Salvador Aguirre Flores, el niño que conmovió al país tras resultar con graves quemaduras en un trágico incendio que afectó a su familia en el barrio Parque Solari. El corazón de la comunidad de Salto "explotó de alegría" al presenciar el regreso de este pequeño luchador. Salvador, cuya vida pendió de un hilo, llegó a la ciudad en una ambulancia y fue inmediatamente ingresado al Centro de Agudos para continuar su seguimiento.
RETORNO LLENO DE ESPERANZA
Este recibimiento marca el inicio del anhelado retorno a casa de toda la querida familia. El incendio, ocurrido meses atrás, no solo hirió gravemente a Salvador, sino también a sus hermanos y a su padre. Mañana, el proceso de reunificación familiar se completará. Los padres de Salvador tienen previsto viajar para traer consigo a Lorenzo, otro de los niños lesionados, logrando así que toda la familia se encuentre nuevamente reunida en su departamento, un momento que se había esperado con gran ansiedad y oración.
DE LA TRISTEZA A LA CELEBRACIÓN
La memoria colectiva de Salto aún retiene la tristeza de aquel difícil momento en que los niños debieron ser trasladados de urgencia en avión a un centro especializado en la capital del país, debido a la extrema gravedad de su estado de salud. Fue un traslado que generó una ola de solidaridad y preocupación, donde "fue imposible evitar las lágrimas" ante la magnitud de la tragedia. Hoy, las lágrimas que se vieron en el acceso de la ciudad eran de un color completamente diferente: lágrimas de alegría, alivio y celebración. La familia, que atravesó la más oscura de las pruebas, está de regreso, y muy pronto, todos estarán juntos de nuevo, sellando un capítulo de dolor con un final lleno de fe y amor comunitario.