El presidente de la Asociación de Abogados de Salto, Dr. Enrique Garbarini, reflexionó sobre los cambios que atraviesa el ejercicio del Derecho en Uruguay y los desafíos que la tecnología impone a la profesión. En diálogo con el programa Nuevo Tiempo de Radio Salto, el abogado aseguró que el contexto actual obliga a repensar la formación, la práctica y hasta la forma de relacionarse dentro del mundo jurídico. “Hoy la llegada de las nuevas tecnologías, de los medios digitales y de la inteligencia artificial hace que uno tenga que estar aggiornado a otro montón de cosas”, señaló Garbarini. “Hay que prepararse permanentemente para nuevos desafíos y adaptarse a la tecnología. Quienes estamos a mitad de camino, con más de cincuenta años, tuvimos que ponernos al día, porque si no sabés manejar una computadora, hoy la profesión no camina”.
MERCADO COMPETITIVO
El titular de la Asociación sostuvo que el ámbito legal se ha convertido en un mercado cada vez más competitivo, donde la actualización constante es clave. Según explicó, la digitalización de los trámites, los expedientes electrónicos y el uso de plataformas en línea han modificado radicalmente la rutina profesional. “Antes todo era papel. Cualquier trámite implicaba pilas de documentos. Hoy la tecnología atraviesa todos los procesos. Hay que dominar las herramientas informáticas, pero también mantener la calidad humana en el trato con el cliente y con los colegas”, destacó. Garbarini subrayó que la irrupción de la inteligencia artificial representa un cambio de época. Aunque reconoció su utilidad, advirtió que puede generar una pérdida de identidad profesional si se la utiliza sin criterio o sin formación ética. “Es un cambio que exige equilibrio —dijo—. No se trata de resistir la tecnología, sino de aprender a usarla sin deshumanizarnos”.
PÉRDIDA DEL
CONTACTO HUMANO
El abogado también alertó sobre una tendencia preocupante que trasciende al Derecho: la pérdida del contacto humano en una sociedad cada vez más digital. En su opinión, la pandemia de Covid-19 marcó un antes y un después en las formas de comunicación y trabajo. “Nos estamos quedando detrás de las pantallas y perdiendo el relacionamiento humano. Eso se está viendo en todas las profesiones y en todos los ámbitos”, afirmó. “La pandemia marcó la cancha: nos acostumbramos a quedarnos en nuestras casas, en nuestros escritorios, detrás de una pantalla. Es una herramienta útil, pero no debemos deshumanizar, porque si deshumanizamos, toda la humanidad está condenada a desaparecer”. El presidente de la Asociación de Abogados de Salto insistió en la importancia de preservar los vínculos y el intercambio presencial como parte esencial de la vida profesional y social. “El contacto, la cercanía, la posibilidad de mirar al otro a los ojos y conversar, son cosas que no pueden perderse”, dijo. “Uno lo ve en la docencia también. Además de ejercer la profesión, doy clases en facultad y en secundaria, y se percibe esa necesidad de relacionamiento entre los jóvenes, de volver a encontrarse, de interactuar con sus pares”.