¡Tupamaro resentido!
Por Pablo Perna
«Son unos miserables, este Lacalle se compró una moto de 50.000 dólares, tiene dos camionetas al pedo. ¿Te das cuenta? Estos son los padres de la patria. Déjate de joder, son unos veinteneros ordinarios… son un reverendo hijo de puta… No le pagan un café con leche a un desgraciado que está muerto de hambre… Que se vayan a la puta que los parió…». Estas palabras fueron vertidas por el ex presidente tupamaro José Mujica en el programa Nada que Perder (M24). También afirmo en otra entrevista semanal que invito a la reconocida comunicadora Blanca Rodríguez a la política pensándola como “un repuesto”, si Cosse no aceptaba la propuesta de Orsi.
Cuando la prensa lo abordo para que diera explicaciones afirmo: «Sé que lo que estoy diciendo rechina y duele. Mala suerte. Con casi 90 años, me he ganado el derecho de decir lo que pienso. Y porque lo pienso, lo digo. No me callo nada». Todos sabemos que las personas mayores cuanto más edad tienen hablan “sin filtro”, dicen lo que piensan, porque saben que no existe mañana, viven razonablemente “el hoy”, son “auténticos” y esto es lo que le está sucediendo al ex joven guerrillero, hoy viejo, que en cada entrevista se va despidiendo de la vida.
Mujica que perteneció al Partido Nacional en su juventud, atraído por la revolución cubana de 1959, rápidamente se incorporo al movimiento de extrema izquierda uruguaya, que pretendía en una visión romántica seguir los pasos de Fidel Castro de tomar el poder por las armas. De esta manera formo un grupo secreto “MLN- TUPAMAROS” en 1965, que mediante operativos de sabotajes, robos, secuestros y asesinatos selectivos pretendían generar caos social e imponer su dictadura del proletariado conforme a la ideología de Carl Marx. Al comienzo hacían golpes que a la ciudadanía le eran simpáticos, como fue secuestrar un camión de Manzanares repleto de alimentos para luego repartirlos en barrios pobres de Montevideo; pero luego la guerra comenzó a encrudecerse cuando ya comienzan con torturas, secuestros y asesinatos. Para obtener armas y financiamiento comenzaron a realizaron asaltos a diferentes arsenales de armas, así como también a varias docenas de bancos y casa de cambios generalmente disfrazados de policías.
Ejemplos de los crímenes cometidos es que comienzan no solamente con los robos, sino por incendiar locales de empresarios, poner explosivos en lugares emblemáticos y públicos como discotecas o emisoras de radio, secuestros y tortura a políticos, empresarios, diplomáticos, policías y militares; cometen errores como asesinar a personas inocentes como el caso de la toma de Pando, donde se mata a un joven padre que se dirigía al hospital a conocer a su hijo recién nacido, o el caso del peón Pascasio Báez que accidentalmente por encontrar un arsenal tupamaro lo asesinan inyectándole pentotal.
Antes de la dictadura militar en 1973 ya todos los dirigentes tupamaros habían caído presos, por lo que en 1985 por amnistía del presidente Sanguinetti recuperan la libertad incorporándose al Frente Amplio y el resto de la historia ya la conocemos.
En virtud que estamos en veda no emitiremos ningún juicio de valor, sino simplemente remitirme a la respuesta que Luis Lacalle Pou sabiamente le dedica a Mujica: “Quedan pocas horas para una segunda vuelta, y también se trata de gestionar emociones, mira que increíble, ¡gestionar emociones!… obviamente que la sangre calienta en estos días. El tema es que hay que tener el termostato y yo por suerte le hago el servicie seguido».