La actividad del sector comercio y servicios en Uruguay mantiene su senda de expansión por séptimo trimestre consecutivo, pero con una clara señal de alarma. Según el último informe de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) conocido este diciembre de 2025, el crecimiento interanual se ubicó en 1,5 por ciento en el tercer trimestre, una cifra que, aunque positiva, confirma un notorio «enlentecimiento» de la economía comercial. La preocupación se intensifica al analizar la realidad fuera de la capital, donde el impacto de esta desaceleración se siente con mayor crudeza.
SALTO Y LA REGIÓN
La expansión del 1,5% se percibe como una «luz amarilla» dentro del sector, dado que representa un crecimiento menor al 2 y poco por ciento que se venía registrando anteriormente. En este escenario de menor dinamismo, el interior del país y las pequeñas empresas son identificados como los segmentos más afectados. Esta tendencia se ve reflejada en los datos relevados a nivel departamental. Informes anteriores del Centro Comercial e Industrial de Salto (CCIS), como el sondeo de agosto de 2025, ya mostraban un deterioro comercial en el departamento, con un 62% de las empresas reportando caídas reales en sus ventas durante el segundo trimestre. Si bien el sector servicios en Salto mostraba una leve mejora relativa, el panorama general para el comercio local sigue siendo desafiante. De los 14 rubros relevados por la CNCS, cinco aún registran caídas, y la disparidad regional es clara: mientras que la actividad comercial creció en Montevideo, en el interior se reportó una menor o nula expansión, coincidiendo con la disminución de ventas en el sector servicios a nivel nacional.
EFECTO TEMU
A la desaceleración general se suma el impacto de fenómenos externos. El crecimiento de las plataformas de franquicias en línea, como Temu, ha golpeado directamente a varios rubros, siendo el de la vestimenta uno de los más afectados. «El impacto de las franquicias en el sector comercio es una realidad, es algo que se refleja, no es lo único, pero sí es un ingrediente más, sobre todo que no lo teníamos hace un año o año y medio atrás,» señalaron desde la Cámara. La realidad del comercio uruguayo no es ajena al contexto global: la economía del país, si bien sigue creciendo en términos agregados, lo hace a un ritmo menor. Esta situación exige una especial atención a las economías regionales como la de Salto, donde el comercio local debe enfrentar un panorama de mayor cautela, menores ventas y la persistencia de desafíos estructurales, a pesar de que algunas medidas económicas se han implementado para las zonas de frontera.
