Ayer se cumplieron 100 años del nacimiento de Juan Alberto Schiaffino, conocido como «Pepe», reconocido por la IFFHS como el mejor futbolista uruguayo de la historia.
El ídolo de Peñarol y del mundo
Nacido el 28 de julio de 1925 en Montevideo, comenzó su carrera en los potreros de Pocitos hasta llegar a Peñarol en 1943. Debutó en primera división en 1946 y se convirtió en figura central de la legendaria «Máquina del 49». Con la casaca aurinegra conquistó cinco campeonatos uruguayos entre 1949 y 1954, disputando 238 partidos y anotando 98 goles.
El arquitecto del Maracanazo
Su momento cumbre llegó el 16 de julio de 1950 en el Maracaná de Río de Janeiro. Ante 200.000 espectadores, Schiaffino convirtió el gol del empate 1-1 a los 66 minutos que inició la remontada uruguaya contra Brasil. Ghiggia completaría la hazaña con el 2-1 definitivo, consagrando el histórico «Maracanazo» que le dio a Uruguay su segundo título mundial.
Estrella europea
En 1954 fue transferido al AC Milan por la cifra récord de 51 millones de liras. En Italia se convirtió en leyenda, ganando tres Serie A (1955, 1957, 1959) y una Copa Latina (1956). Los aficionados italianos lo llamaban «Il Dio del calcio» (El Dios del fútbol). Cerró su carrera en la Roma, conquistando la Copa de Ferias en 1961.
Legado eterno
Reconocido como el sexto mejor jugador sudamericano del siglo XX por la IFFHS, Schiaffino falleció el 13 de noviembre de 2002 a los 77 años. Sus restos descansan en el Panteón de los Olímpicos del Cementerio del Buceo, como corresponde a una leyenda que trascendió fronteras y marcó para siempre la historia del fútbol uruguayo y mundial.