La influenza A (H3N2) es una de las cepas del virus de la gripe que circulan con mayor frecuencia en humanos y que, históricamente, se asocia a cuadros más intensos, sobre todo en adultos mayores, niños pequeños y personas con enfermedades crónicas. De ahí que el mote «supergripe» se revolee cuando se habla de ella. Ya hay casos en más de treinta países y se espera que llegue a Uruguay en breve, particularmente con la ola de turistas que cada verano arriba al país.
SÍNTOMAS MÁS COMUNES
La influenza A (H3N2) suele comenzar de forma brusca y puede provocar: fiebre alta, dolor muscular y articular intenso, dolor de cabeza, cansancio extremo, tos seca, dolor de garganta y congestión nasal. En personas mayores, a veces la fiebre es menos evidente, pero el decaimiento y la confusión pueden ser más marcados.
¿POR QUÉ SE CONSIDERA MÁS AGRESIVA?
En comparación con otras cepas, la influenza A (H3N2) se asocia a más hospitalizaciones, hay mayor riesgo de neumonía, bronquitis y descompensación de enfermedades previas. También puede causar complicaciones cardiovasculares (infarto, ACV) en personas vulnerables. Por eso suele tener un impacto importante en los sistemas de salud durante los brotes estacionales.
VACUNACIÓN
La vacuna antigripal incluye cada año una cepa de influenza A (H3N2), junto con otras variantes. No siempre evita la infección, sí reduce la gravedad, las complicaciones y el riesgo de internación. Es especialmente importante en mayores de 65 años, embarazadas y personas con enfermedades crónicas