El jerarca municipal Francisco Blardoni confirmó que la flota de ómnibus urbanos de Salto se mantiene operativa pese a su antigüedad y al deterioro de las calles. Pero reconoció que el sistema trabaja al límite y necesita una renovación que ya se está planificando. “Tenemos unidades del año 87, 89, 90, 91, que están más que ‘baqueteadas’, sobre todo en una ciudad como Salto con los problemas que tienen las calles”, explicó, recordando incluso un reciente incidente en el que un pozo dañó la suspensión de un ómnibus eléctrico y obligó a una reparación profunda.
35 UNIDADES
Hoy salen diariamente entre 35 y 37 coches, de un total de 42 unidades en condiciones de servicio, mientras otras tres se encuentran con reparaciones mayores como motor o pintura general. Blardoni subrayó que el mantenimiento es constante: recambio de cintas de freno, ajustes de caja de cambios y trabajos permanentes en las carrocerías para sostener la operatividad de la flota. “Se les dan los cuidados extremos que se les puede dar a unidades que ya tienen un millón de kilómetros algunas”, resumió. En paralelo, la Intendencia trabaja en un nuevo presupuesto que le permita incorporar vehículos modernos y reducir costos de operación. “La empresa es un apéndice de la Intendencia, estamos trabajando fuertemente en un presupuesto; unos coches más nuevos repercutirían en la salud financiera, porque no tendrían la erogación que tenemos actualmente”, sostuvo. El objetivo es que esa mejora en la flota llegue antes de trasladar cualquier ajuste al usuario.
ADECUACIÓN DE
LOS RECORRIDOS
Otro frente de trabajo es la adecuación de los recorridos a la expansión de la ciudad. Blardoni indicó que se revisan permanentemente los circuitos junto a las comisiones vecinales. En el caso del Proyecto Volcán, los vecinos pidieron un nuevo circuito para la época escolar y la Intendencia ya derivó el planteo al área de Obras para definir un lugar de giro seguro para los coches. Desde Arenitas Blancas se reclama un horario puntual de ingreso del ómnibus de línea, dado que el servicio privado existente no siempre coincide con los horarios laborales de la población.
